lunes, 15 de septiembre de 2014

Mi Casa Esta Desierta!



¿Es para vosotros tiempo, para vosotros, de habitar en vuestras casas artesonadas,
y esta casa está desierta?
Hageo 1:4




Setenta años había estado cautivo el pueblo de Judá por Babilonia, la ciudad de Jerusalén estaba destruida, los muros derribados, las casas quemadas, no mucho quedaba del templo, la casa de David estaba desolada. Cuando Babilonia cae bajo el poder Medo- Persa.


En aquel tiempo, el pueblo de Israel tenía la tarea de reconstruir el templo bajo el liderazgo de Zorobabel, sin embargo en medio de la faena, el ánimo comienza a decaer y las prioridades comienzan a invertirse.


Habían abandonado la obra y se habían reclutado en sus casas, preocupados de hermosear sus viviendas y de ocuparse en sus propios proyectos. La casa de Dios estaba desierta.



El pueblo decía que no era tiempo para reconstruir el templo, pero sus acciones decían que si era tiempo para vivir en bonitas casas reconstruidas.

“Salomón primero construyó una casa para Dios, y después para él mismo.”



Este era el verdadero problema - no que el pueblo de Dios viviera en casas artesonadas, sino que ellos vivían en tal comodidad personas y con lujos, mientras que la casa de Dios estaba desierta.

El pueblo había llegado a un momento en su historia en el cual la Casa del Señor ya no era importante, ya no era una prioridad. El servir, el atender, el cuidar de las cosas sagradas no era parte de sus vidas mas.

Ellos habían caído en una decadencia espiritual, al grado que ellos corrían a sus propias casas y se olvidaban de la Casa del Señor. ¡Sus casas, sus vidas, su cosas estaban bien ciudades, pero al costo de abandonar el templo.
¡Que triste cuando esto sucede!


Cuando Dios se convierte en algo distante, algo indiferente en el pasado, cuando apresuradamente corremos hacia las cosas de este mundo, pero no corremos a la Casa del Señor.

Esta triste realidad que vivió Israel, es la misma que esta invadiendo al pueblo de Dios. El adormecimiento espiritual que existe hoy en día, parece ser producto de una anestesia tan espesa y prolongada, que los efectos saltan a la vista y son evidentes.


Cada uno preocupado de sus proyectos personales, de hermosear su casas, cambiar todos los años el auto, seguir perfeccionando su carrera para mejorar el estatus, etc., y para que todo este inventario no suene tan frívolo, se mantiene una vida religiosa y exclusivamente dominical, pensando que con ello esta todo saldado.

El problema era sencillamente un mal orden de prioridades. Ellos estaban contentos el dejar que la causa del Señor sufriera a costas de su propia comodidad. En lugar, ellos debieron de sentir ansiedad hasta que la casa de Dios fuera tan prospera como sus vidas personales, y debían estar tan dispuestos para sacrificarse para la obra de Dios como lo estuvieron para su propia comodidad y lujo personal.




ENTONCES DEBEMOS DE ORDENAR NUESTRAS PRIORIDADES!




Si fuésemos nosotros quienes debieran reconstruir Jerusalén,


¿Cuál sería nuestro plan de trabajo?,

¿Cuáles serían nuestras prioridades?




Debemos de analizar nuestras prioridades, si realmente el Señor es nuestro prioridad,
bien lo dijo nuestro Señor y redentor Jesus:




Mateo 6:33

Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.


Este es el primer principio del reino, para poner en orden nuestras prioridades.
Te pregunto, ¿cómo están tus prioridades esta dia?
¿qué cosas para ti son importantes?

Para responder a esto debemos ver nuestras vidas y tomar una evaluación, e ver como se ocupa nuestro tiempo. Entendemos que es fácil decir cosas a la ligera, de nuestros labios solamente,
¡pero lo que hablara mas, son nuestros hechos!

El Profeta Hageo los dijo al pueblo, “Buscáis mucho, y halláis poco; y encerráis en casa, y yo lo disiparé en un soplo. ¿Por qué? dice Jehová de los ejércitos. Por cuanto mi casa está desierta, y cada uno de vosotros corre a su propia casa” (1:9).

Mira lo que el apostol pablo dice en Filipenses 2:20–21
...Pues a ninguno tengo del mismo ánimo, y que tan sinceramente se interese por vosotros. Porque todos buscan lo suyo propio, no lo que es de Cristo Jesús.


Es tiempo que logremos poner la morada de Dios en primer lugar. Poder llegar al lugar donde dediquemos nuestras vidas para servicio de Dios, el ayudar en establecer su morada, y desarrollar el ministerio que Dios nos comisionado.
Pero para esto:
¡Dios tiene que ser el primero!

Hoy es el día para cambiar de rumbo, de no correr tras nuestros propios planes y metas, pero al contario correr hacia la voluntad de Dios.

Hay un lugar especial para cada un o de nosotros dentro de su Casa, una tarea especifica que Dios tiene. todo lo que toma es que ¡pongamos a Dios en primer lugar!

ESTARAS DEJANDO DESOLADA LA CASA DE DIOS

Una de las preguntas de Dios seria esta:
Vienes a mi casa para adorarme?
Estaras dejando mi casa vacia, porque estas mas ocupado en tus que haceres?

Hageo 1:8
Subid al monte, y traed madera, y reedificad la casa; y pondré en ella mi voluntad, y seré glorificado, ha dicho Jehová.



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