ÁRBOLES QUE DAN FRUTO
Salmo 1:3
LOS árboles fueron creados por Dios con el
propósito de que dieran fruto. Entre las tantas comparaciones que hace la
Biblia con el hombre, está también el árbol; y el rey David lo dice de esta
manera: ”Y será como el árbol plantado junto a arroyos de aguas, que da su
fruto en su tiempo, y su hoja no cae; y todo lo que hace, prosperará” (Salmo
1:3)
Existe un sinfín de árboles de diversas
especies.
Todos tienen el fin de dar fruto.
Todos tienen el fin de dar fruto.
Creo firmemente que cada uno de nosotros tenemos una comisión, un propósito en la tierra y Dios hará lo que tenga que hacer para cumplir su propósito en ti.
Como tú eres árbol del plantío de
Jehová, El tiene todo el derecho de plantarte en el lugar donde solo El sabe
que darás fruto. La bendición que tenemos los árboles de Dios es que estamos
destinados a crecer y a llevar frutos.
Lecciones del árbol:
1. Las raíces del árbol se extienden hasta tres
veces la anchura de las ramas del árbol – ¿Qué es lo más importante – lo que
tenemos por dentro (lo que no se ve) o lo que tenemos por fuera (lo que se ve)?
2. Las funciones de las raíces incluyen:
a. Funcionan cómo ancla para mantener el árbol
derecho y estable – Raíces en Cristo para estar firmes y estables
b. Absorben agua otros nutrientes de la
tierra. Usan estos nutrientes para su
crecimiento y desarrollo y para su reparación cuando es dañado – La Palabra de
Dios nos ayuda a crecer, desarrollar, y sanar
c. Funcionan como almacén de agua y comida para
tiempos difíciles como el calor o frío extremos – tener reserva de la Palabra
de Dios para esos momentos difíciles de la vida
3. Lo que produce un buen árbol:
a. Sombra y frescura – somos de ánimo y alivio
para otros
b. Fruta para comer y disfrutar –
para el beneficio y crecimiento de otros
para el beneficio y crecimiento de otros
c. Belleza de flores para ver y oler –
ser amables y bellos para otros
ser amables y bellos para otros
d. Oxígeno para respirar –
producir “aire” espiritual para los que nos rodean
producir “aire” espiritual para los que nos rodean
e. Limpia el aire y la tierra de contaminantes
–
limpiar un poco el ambiente espiritual que nos rodea
limpiar un poco el ambiente espiritual que nos rodea
f. Detienen la erosión de tierra – detener la
corrupción y maldad que nos rodea
g. Crean una barrera en contra del viento y el
sonido –
ser una barrera espiritual para nuestras familias
ser una barrera espiritual para nuestras familias
En nuestra vida espiritual somos árboles.
Dependiendo de donde tomamos nuestros
nutrientes,
nuestra vida puede ser de mucha bendición o de mucha perdición.
En Jeremías 17:8 leemos
"Será como árbol
plantado junto al agua, que extiende sus raíces junto a la corriente; no temerá
cuando venga el calor, y sus hojas estarán verdes; en año de sequía no se
angustiará ni cesará de dar fruto."
Y el Salmo 92:13 declara que los que están plantados en la casa de Dios florecerán en sus atrios.
Y el Salmo 92:13 declara que los que están plantados en la casa de Dios florecerán en sus atrios.
El deseo de Dios es que puedas florecer y prosperar.
Pero tu necesitas tomar decisiones para que
puedas heredar las promesas.
Por Ejemplo:
¿Estas Plantado?.,..
“Será como árbol plantado junto al agua”
(Jeremías 17:8).
No dice los que van a la casa del Señor,
sino que los que
están plantados en la casa del Señor.
Si no estas plantado no podrás crecer.
Y
si no estas plantado en el lugar correcto no producirás buen fruto.
¿Que tan fácil extiendes tus raíces?...
“que
extiende sus raíces junto a la corriente” (Jeremías17:8).
Cuando un árbol esta
firmemente arraigado no es muy difícil desarraigarlo y aquellos involucrados
con la obra, participando en actividades distintas y comprometidos con el
bienestar y crecimiento de la Iglesia será difícil moverlos.
A diferencia de
aquellos que viven un cristianismo frívolo
y nunca se dejan involucrar
completamente.
¿Puedes
soportar el calor?...
“No
temerá cuando venga el calor” (Jeremías 17:8). La vida no nos promete una vida
sin pruebas ni retos, pero si nos promete que saldremos victoriosos. Si tu
estas plantado en la casa del Señor tendrás tiempos de prueba pero no temerás
al resultado de esta.
¿Es tu salud espiritual una prioridad?...
“y sus
hojas estarán verdes” (Jeremías 17:8). Siempre debes recibir el sustento de la
palabra y ser renovado por el Espíritu Santo. La realidad de la vida es que
mientras mas creces mas cuesta mantenerte en forma. Igual es en la vida
espiritual.
¿Te gobiernan las estaciones?...
“en año de sequía no se angustiará” (Jeremías
17:8). Los que están realmente plantados no temen las temporadas de sequía. Son
aquellos que ponen a Dios primero cuando tienen problemas en sus finanzas o
cuando atraviesan dificultades en su
matrimonio. Entienden que las estaciones son periodos específicos de tiempo y
se paran firmes.
¿Bendecir a otros es tu estilo de vida?...
“ni cesará de dar fruto” (Jeremías 17:8). No
tiene sentido que un fruto se quede en el árbol porque se pudre. Tristemente
estos son los que son fructíferos en sus vidas, pero nunca rinden sus frutos
para bendecir a otros. La verdad de las cosas es que al final somos bendecidos
para ser una bendición
Tomemos en cuenta a Mateo 15:13 “Pero
respondiendo él, dijo:
Toda planta que no plantó mi Padre celestial, será
desarraigada.”
Nosotros somos comparados con árboles,
por lo
cual es muy importante que evidenciemos lo siguiente:
Los árboles tienen raíces que representan la
fe: entre más grande sea nuestra fe, más grande son las raíces y entre más
grande sean las raíces seremos más fuertes y aunque un viento fuerte venga, no
serás arrancado.
La Biblia dice que si tenemos fe como un grano
de mostaza podemos decir a una montaña échate al mar y pasara. El tronco es
nuestra vida espiritual y la comunión con Dios, ya que es la base, la
estructura y lo que une las raíces con las hojas. Las hojas son nuestras
virtudes, dones y el servicio que son los que embellecen la vida cristiana así
como las hojas con el árbol. El agua ayuda a hidratar el árbol.
Juan 4:14” mas el que bebiere del agua que yo
le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una
fuente de agua que salte para vida eterna”
El Espíritu Santo representa el agua que
hidrata nuestra vida,
y sacia nuestra sed.
Apocalipsis 22:17
Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que
oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la
vida gratuitamente”.
Se espera un buen fruto de nosotros, pero
acostumbramos dar poco, realmente poco del que debemos. Las raíces deberán
estar bien arraigadas para dar firmeza al tronco y a sus ramas. Deberán nutrir
abundantemente al árbol para que logre dar su fruto a su tiempo. Las hojas
deberán ser abundantes, ¿y los frutos? deberán ser simplemente como Dios los
desea. Sólo los árboles que den buenos frutos permanecerán.
Los demás serán
cortados y echados al fuego, según Juan 15:6; “El que en mí no estuviere, será
echado como mal [árbol], y se secará; y los cogen,
y los echan en el fuego, y arden".
y los echan en el fuego, y arden".
Si estamos en Dios haremos mucho fruto (verso 5).
Dios se agrada que llevemos frutos dignos de
árboles plantados y cuidados por Él. No permite que ocupemos una fracción de
tierra sin que demos fruto. Si no lo hacemos como se nos pide, seremos cortados
por Dios y seremos destruidos.
“En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis
mucho fruto...” (Verso 8).
Dios sólo se agradará de todo árbol
que cumpla dando su fruto.
De los demás los ha destinado para un fin muy desagradable. De cada
uno depende dar el mejor fruto.
Reflexionemos:
Una de las características muy importantes en
la cual debemos meditar detenidamente es en qué clase de frutos estamos dando
cada uno como Iglesia de Dios.
¿Frutos del Espíritu o frutos de la carne? Recordemos que nos dice el Señor. Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos?
¿Frutos del Espíritu o frutos de la carne? Recordemos que nos dice el Señor. Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos?
Así, todo buen árbol da
buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos. No puede el buen árbol dar
malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos. Todo árbol que no da buen
fruto, es cortado y echado en el fuego. Así que, por sus frutos los conoceréis.
Mateo 7:16-20
Dos bienaventuranzas para cada uno de aquellos buenos arboles bien plantados
¿Cómo es estar bien plantados?
El que cree en mí, como dice la Escritura,
de su interior correrán ríos de agua viva.
Juan
7:38
Agrega el Salmista 1:1 Bienaventurado el varón
que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en
silla de escarnecedores se ha sentado; Sino que en la ley de Jehová está su
delicia, Y en su ley medita de día y de noche. Será como árbol plantado junto a
corrientes de aguas, Que da su fruto en su tiempo, Y su hoja no cae; Y todo lo
que hace, prosperará. Salmos 1:1-3
Y la segunda bienaventuranza:
. "En las alturas abriré ríos y fuentes en
medio de los valles, abriré en el desierto estanques de agua, y manantiales de
aguas en la tierra seca". Isaías 41:18 Esta es la herencia de los árboles
de Jehová que aun en el desierto estamos destinados a crecer.
Si nos mantenemos unidos al árbol de la Vida,
"seremos como árboles plantados junto a corrientes de aguas, que dan su fruto en su tiempo y sus hojas no caen;
y todo lo que hacemos prosperará".
Salmo 1:3
"seremos como árboles plantados junto a corrientes de aguas, que dan su fruto en su tiempo y sus hojas no caen;
y todo lo que hacemos prosperará".
Salmo 1:3
Pas. Cristian E. Pérez
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