Recuerdo que cuando era un muchacho de apenas unos 13 o 14 años mi abuelita y madre a la vez, aun nos corregía a la “antigua” correa en mano mi educación y la de mis primos estuvo acargo de ella sola, estoy seguro que no fue una tarea nada fácil para ella, pero en ese entonces todo lo que queríamos era hacer
de las nuestras sin importar las consecuencias, no que hayamos sido
insoportables precisamente, pero a esa edad todo lo que uno quiere es divertirse.
Una de las cosas que recuerdo con mas claridad es que solía sermonearnos antes de “ajusticiarnos” correa en mano, esa era la parte que menos me gustaba, que me dijera el porque me estaba castigando, prefería soportar los correazos para que ya terminara pero que no me dijera nada.
A. Criar hijos es una de las tareas más importantes que un
padre puede desempeñar, y es la tarea para la cual no hay mucha
preparación formal. No hay escuelas, para prepararnos,
La mayoría de nosotros aprendemos a ser padres solamente a través de
la experiencia y siguiendo algunos ejemplo que miramos
B. Vivimos en una cultura en la cual muchos niños se crían sin disciplina, y como resultado son egoístas, exigentes y quejones. En Las escuelas públicas son
cada día más desordenadas porque no pueden controlar a los niños, los cuales se crían muchas veces sin disciplina y sin Dios.
C. Aun padres CRISTIANOS
muchas veces no queremos disciplinar a nuestros hijos y ellos se
convierten en rebeldes, dominando a sus padres y siendo los que
controlan
el hogar. Pero La vara de castigo, es primordial, fundamental, y bíblico, que use cuando hay necesidad del uso del castigo corporal en nuestros hijos.
Queremos responder con toda claridad sobre estas preguntas; y contestare de dos maneras
EL METODO VARA
La
Biblia enseña en Proverbios 22:15:
“La necedad está ligada al corazón
del muchacho, pero la vara de la corrección la alejará de él.
En muchas ocasiones he oído enseñanzas sobre este texto bíblico en el que se interpreta que la vara es un pedazo de palo para golpear al muchacho cuando éste se comporta mal. Pero, ¿este es el mensaje propio de este versículo?
La palabra que se ha traducido en la Biblia al español como “vara” es la palabra hebrea “שֵׁבֶט” que se lee algo así como “shévet”. Esta palabra literalmente significa “tribu o clan” así lo vemos en textos como Génesis 49:16, 28; Números 24:2 y demás.
Por lo tanto, cuando se usa esta palabra como “vara” ¿a qué se refiere? Es sencillo, para pertenecer a una tribu o clan es necesario, antes que nada, acogerse a las normas y leyes que la rigen, por lo que la expresión “vara” debe entenderse como “medida, norma, delimitación”.
Eso es lo que quiere decir el texto en Proverbios, que aunque la necedad o locura está atada al corazón del muchacho o joven, es decir al ciclo de la niñez y adolescencia, lo único que podrá alejar de su corazón tal comportamiento es ponerle normas, límites o leyes que lo rijan de tal manera que su juventud no se vuelva alocada y desbocada.
Ahora bien, debemos entender que esos límites, normas o leyes que tenían las tribus de Israel, estaban basadas en la Torah o Ley de Dios.
Por lo tanto, siendo la palabra “vara” una “medida o límite”, somos los padres directos responsables de poner esa medida o límite a nuestros hijos, sin permitirles que hagan todo lo que quieran con la excusa de: “que hagan lo que yo no pude” o “que tengan lo que yo no tuve”; y qué mayor beneficio que esa “vara” esté basada en la Ley de Dios.
Así pues, criaremos y levantaremos hijos saludables tanto espiritual, como emocional y físicamente; y con esas medidas o delimitaciones tanto su infancia y adolescencia no sufrirán las consecuencias de locura o necedad propias de dicha edad.
En muchas ocasiones he oído enseñanzas sobre este texto bíblico en el que se interpreta que la vara es un pedazo de palo para golpear al muchacho cuando éste se comporta mal. Pero, ¿este es el mensaje propio de este versículo?
La palabra que se ha traducido en la Biblia al español como “vara” es la palabra hebrea “שֵׁבֶט” que se lee algo así como “shévet”. Esta palabra literalmente significa “tribu o clan” así lo vemos en textos como Génesis 49:16, 28; Números 24:2 y demás.
Por lo tanto, cuando se usa esta palabra como “vara” ¿a qué se refiere? Es sencillo, para pertenecer a una tribu o clan es necesario, antes que nada, acogerse a las normas y leyes que la rigen, por lo que la expresión “vara” debe entenderse como “medida, norma, delimitación”.
Eso es lo que quiere decir el texto en Proverbios, que aunque la necedad o locura está atada al corazón del muchacho o joven, es decir al ciclo de la niñez y adolescencia, lo único que podrá alejar de su corazón tal comportamiento es ponerle normas, límites o leyes que lo rijan de tal manera que su juventud no se vuelva alocada y desbocada.
Ahora bien, debemos entender que esos límites, normas o leyes que tenían las tribus de Israel, estaban basadas en la Torah o Ley de Dios.
Por lo tanto, siendo la palabra “vara” una “medida o límite”, somos los padres directos responsables de poner esa medida o límite a nuestros hijos, sin permitirles que hagan todo lo que quieran con la excusa de: “que hagan lo que yo no pude” o “que tengan lo que yo no tuve”; y qué mayor beneficio que esa “vara” esté basada en la Ley de Dios.
Así pues, criaremos y levantaremos hijos saludables tanto espiritual, como emocional y físicamente; y con esas medidas o delimitaciones tanto su infancia y adolescencia no sufrirán las consecuencias de locura o necedad propias de dicha edad.
Por otro lado veremos que cuando los limites normas, leyes, se acabaron y fueron rebasados, es alli que los jóvenes necesitan LA VARA DE LA CORRECCION que los corrija o enderezca.
Muchos padres creen que el látigo o la vara aplicada al niño lo
traumatiza y lo trastorna de por vida. ¡Nada más falso! Para que los
hijos sean correctos y derechos, el padre de familia debe aplicar el
látigo cuando es necesario. Dice Salomón:
"La vara y la corrección dan sabiduría; Mas el muchacho consentido avergonzará a su madre.
" Proverbios 29:15.
Los
padres deben enseñar a los hijos el camino por donde deben andar, para
que de grandes no se aparten de él. Dice nuevamente Salomón:
"Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él."
Proverbios 29:15.
A los hijos hay que enseñarles el amor a Dios, pero también a que
sientan temor por desobedecerle. A los niños hay que corregirlos desde
que son niños, para que sean hombres sabios y prudentes, a fin de que no
sean una vergüenza para sus padres. Realmente muchos padres no saben el
daño que les hacen a sus hijos, al no inculcarles el amor y el temor a
Dios. Parece mentira, pero cuando un niño es instruido en el camino de
la sabiduría, y se le cría con fe y amor a Dios, éste será un hombre de
bien para la sociedad. ¡Será sabio e inteligente!
En
nuestros días vemos a innumerables jóvenes que se unen a pandillas para
hacer vandalismo, tomar alcohol y drogas, y para abusar de las
jovencitas sexualmente. Cientos de miles de abortos, asesinatos,
violaciones, etc., son las tristes estadísticas de una vida sin Dios.
Los padres viven frustrados, desesperados, y amargados por los hijos que
han engendrado. Pero son ellos los responsables de haber criado a estos
hijos rebeldes, y sin afecto natural por sus progenitores. Se han
olvidado de educar a sus hijos en el amor y temor de Dios. La religión,
la Biblia, la iglesia, la oración y la devoción diarias, nunca se
inculcaron en casa, y a los padres nunca les interesó dar el ejemplo
para conducir a sus hijos en el camino de la fe. La religión ha quedado
obsoleta. Aun ellos mismos, cuando hijos, no recibieron tampoco la
sabiduría que viene de Dios, por parte de sus progenitores. Realmente
hasta los mismos adolescentes ya no tienen temor a Dios.
Pero la Biblia
dice: "El hijo sabio recibe el consejo del padre; mas el burlador no
escucha las reprensiones" (Proverbios 13:1).
¿Cuándo debe ser aplicada?
Creo que la vara no debe ser aplicada para descuidos y
olvidos, sino para actos de REBELION
La Disciplina. Es una de las formas para lograr buenos
resultados en los hijos. Si no se corrigen, serán los que tomen el
control del Hogar.
Serán dominantes, exigentes, Hay muchos niños. Que son muy
exigentes, con sus padres, ¡ Si no me deja ver mi programa favorito!! No
le hare caso !
Ahora analizaremos la vida de un niño que tuvo que ser enzeñado con valores y con DISCIPLINA, aun que no por desobediencia si no por conocimiento. Pues ese niño fue Jesús!
Jesús fue Sabio desde Niño
Un niño puede ser sabio si
se le educa en el temor de Dios. Jesús fue el ejemplo de ello. En la
Biblia está su vida y obra. Dice Lucas 2:40,52:
"Y el niño
crecía y se fortalecía, y se llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios
era sobre él...Y Jesús crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia
para con Dios y los hombres."
Jesús mantuvo una permanente
relación personal con su Padre. Él dio ejemplo de obediencia, no sólo a
su familia en la tierra, sino también a su Padre celestial. Así, cuando
los padres de Jesús lo fueron a buscar, lo hallaron en el templo
conversando con los doctores de la ley, y avocado en "los negocios de su
Padre." (Lucas 2:49). Y después de ese suceso, la Biblia afirma que
Jesús siguió SUJETO o subordinado a su familia humana, hasta los 30 años
(Lucas 2:51).
Nuestro Señor Jesucristo nos dio ejemplo,
para hacernos saber cómo debe comportarse un jovencito de Dios. Él se
involucró en los asuntos de Dios desde niño, y también supo sujetarse
obedientemente a su madre biológica y a su padre adoptivo. Jesús no fue
rebelde, ni insolente, ni pandillero. Él fue ejemplo de fe, virtud,
crecimiento espiritual, consagración, y amor por los hombres. Y cuando
llegó a los 30 años de edad, Dios le dijo a través de Su Espíritu Santo:
"Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia." (Lucas 3:21).
Quiero decirte amig@ lector como pastor, tenemos tales consejos en la escritura en la que debemos de saber llevar acabo estos mandamientos. Y como padre que Dios me ha permitido serlo, me gozo ver mi hija linda crecer, pero nunca se me olvida la tarea que tenemos de DIRIGUIR sus pasos y proporcinarles consejos y disciplina a su vida. No debemos olvidarnos de enzeñarles las bendiciones por la OBEDIENCIA, Y las consecuencias a la DESOBEDIENCIA.
Pas. Cristian E. Perez
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