Hebreos 6:1
Por tanto, dejando las enseñanzas elementales acerca de Cristo, avancemos hacia la madurez...
La vida de los seres humanos, está llena de diferentes etapas o tiempos donde vivimos y actuamos de diferentes maneras.
La vida de los seres humanos empieza desde su concepción, pasando la gestación, nacimiento, niñez, pre-adolescencia, adolescencia, adulto joven y maduro. Vejez y muerte.
En cada etapa de nuestra vida actuamos de diferentes maneras y somos autosuficientes o dependientes de otras personas.
Pero lo que si es cierto, que Dios dice crezcan, lleguen a la madurez. Es por eso que uno de los propósitos
de nuestra iglesia es ayudar a todos a crecer espiritualmente, emocionalmente, mentalmente,
en todos los sentidos y a equilibrar su vida.
¿Qué es la madurez? ¿Cómo sé cuándo he llegado a la madurez?
A – LO QUE NO ES MADUREZ:
- No es: LA EDAD.
No tiene nada que ver con el tiempo que has vivido o cuánto tiempo usted ha sido un cristiano. Usted puede ser un cristiano durante cincuenta años y no ser maduro. Parece que muchas personas tienen el lema para su existencia:
“Yo puedo estar envejeciendo, pero me niego a madurar”
He visto a algunos chicos(as) de 30, 40, 50 y 60 años de edad. La madurez no tiene nada que ver con su edad. Por supuesto, el ideal de Dios es que a medida que envejecemos tengamos más madurez, pero eso no siempre es así.
Salmos 119:100
Más que los viejos he entendido, Porque he guardado tus mandamientos...
- No es: LA APARIENCIA.
Algunas personas sólo aparentan madurez. Algunas personas sólo aparentan ser más espirituales que el resto de nosotros. Se ven con una especie de superdignidad, se ven como si fueran los más santos. El hecho es que usted puede sentirse o calificarse muy espiritual y no ser espiritual en absoluto. No tiene nada que ver con su apariencia.
Mateo 7:16 (NTV)
Ustedes serán identificados por su fruto, es decir, por la manera en que se comportan.
- No es: EL ÉXITO, LOS LOGROS.
La madurez no tiene nada que ver con el rendimiento. Usted puede lograr mucho y aún así ser muy inmaduro. Usted no tiene que ser maduro para hacer millones de pesos, o ser famoso, etc.
- No es: EL CONOCIMIENTO.
La madurez no tiene nada que ver con lo académico, cuántos grados ha conseguido, cuánta educación haya recibido. Cuando me gradué del colegio pensaba que lo sabía todo, luego fui por un tiempo a la universidad y entonces pensé:
“Yo no sé mucho más.”
Luego hice cursos en muchos seminarios y seguí haciendo estudios ministeriales y ahora creo que yo no sé mucho de todo.
Por otro lado usted puede tener tantos grados
que lo llamen Dr. Fahrenheit o Dr. Celsius
pero eso no lo hace un cristiano maduro.
Hebreos 5:12
Porque debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos de las palabras de Dios; y habéis llegado a ser tales que tenéis necesidad de leche, y no de alimento sólido.
- Dios dice que la madurez se determina por:
EL CARÁCTER DEL CRISTIANO.
La actitud proviene del carácter.
La actitud es lo que hace la diferencia. Es su carácter.
El reconocimiento es lo que la gente dice de ti,
el carácter es lo que Dios dice de ti.
Dios dice que es Su carácter el que determina
si usted está maduro o no. Dios quiere que crezcamos
y tengamos la misma actitud que hubo en Cristo.
¿Cómo se mide la madurez espiritual?
No por compararse con otras personas,
pero si por compararse con la Palabra de Dios y con Jesús.
En la epístola de Santiago tenemos un manual sobre la madurez.
La palabra “maduro” en griego es la palabra “teleaos”
- se traduce maduro, completo, perfecto.
Dios utiliza en esta carta de la Biblia la palabra cinco veces en cinco capítulos. La carta de Santiago es un manual
sobre cómo ser maduro.
B – 5 MARCAS DE UN CRISTIANO MADURO.
1. UN CRISTIANO MADURO ES POSITIVO BAJO PRESIÓN
Santiago 1: 2-4
“Tened por sumo gozo, hermanos míos, el que os halléis en diversas pruebas, 3 sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia, 4 y que la paciencia tenga su perfecto resultado, para que seáis perfectos(maduros) y completos, sin que os falte nada.”
La primera prueba de la madurez es:
¿cómo reaccionan a los problemas?
¿Se ponen nerviosos, tensos, negativos?
¿Ustedes se quejan, reniegan?
¿Cómo manejan los problemas?
El cristianismo es una vida.
No es una religión, es una vida.
Jesús dijo:
“Yo he venido para que tengan vida.
” La vida aquí en la tierra significa problemas, y parte de la vida significa resolver problemas y enfrentarlos con la actitud correcta para obtener madurez en la vida que nos dio Dios, el Padre.
¿Cuál es su actitud natural, su inclinación natural
cuando las cosas no van bien y ya está irritado(a)?
¿Es negativo o es positivo?
¿Usted es básicamente una persona
de apoyo o es una persona escéptica?
¿Su vida produce gratitud o murmuraciones?
¿Está usted calmado o está enojado la mayor parte del tiempo?
Santiago 1:12
“Bienaventurado el hombre que persevera bajo la prueba, porque una vez que ha sido aprobado, recibirá la corona de la vida que el Señor ha prometido a los que le aman.”
Usted puede ser grande en el conocimiento de la Biblia y ser un intemperante con las personas.
¿Eres positivo bajo presión?
2. UN CRISTIANO MADURO ES SENSIBLE A LA GENTE.
Santiago 2:8
Si en verdad cumplís la ley real conforme a la Escritura: Amaras a tu prójimo como a ti mismo, bien hacéis.
Un cristiano maduro es sensible a la gente.
No sólo vela por sus propias necesidades, sino atiende las necesidades de otras personas. Él entiende sus heridas.
No está sólo interesado en sí mismo. ”Dios dice que amar es estar interesado en los demás y esto es un signo de madurez.
Santiago 2: 1-6
Hermanos míos, no tengáis vuestra fe en nuestro glorioso Señor Jesucristo con una actitud de favoritismo. 2 Porque si en vuestra congregación entra un hombre con anillo de oro y vestido de ropa lujosa, y también entra un pobre con ropa sucia, 3 y dais atención especial al que lleva la ropa lujosa, y decís: Tú siéntate aquí, en un buen lugar; y al pobre decís: Tú estate allí de pie, o siéntate junto a mi estrado; 4 ¿no habéis hecho distinciones entre vosotros mismos, y habéis venido a ser jueces con malos pensamientos? 5 Hermanos míos amados, escuchad: ¿No escogió Dios a los pobres de este mundo para ser ricos en fe y herederos del reino que El prometió a los que le aman? 6 Pero vosotros habéis menospreciado al pobre. ¿No son los ricos los que os oprimen y personalmente os arrastran a los tribunales?”
Esto es fuerte. No muestre favoritismo, no sea un creído,
no mire a la gente por encima del hombro,
no juzgue por las apariencias,
no insulte a la gente, no explote a la gente.
La segunda prueba de la madurez es el amor:
¿cómo se trata a otras personas?
“Puedo ganar todo tipo de personas para el Señor, puedo construir grandes edificios de la iglesia, puedo estar en la televisión, puedo dar mi dinero a los pobres, pero si no tengo amor, soy como bronce que suena y címbalo que retiñe; simplemente no es gran cosa “.
Es interesante para mí que, en la sentencia, por lo que vamos a ser juzgados es por la forma en que tratamos otras personas.
No por ¿cuántas veces nos quedamos en la iglesia,
no por cuán grande es la reputación
que tenemos como ministros cristianos;
pero si por cómo tratamos a otras personas.
3. UN CRISTIANO MADURO DOMINA SU LENGUA
Santiago 3: 2
Porque todos tropezamos de muchas maneras. Si alguno no tropieza en lo que dice, es un hombre perfecto, capaz también de refrenar todo el cuerpo.
Dios nos examina la salud espiritual por medio de nuestra lengua.
Lengua controlada no destruye vidas.
El chisme hace gran daño; que no se puede reparar.
El autocontrol proviene del control de la lengua.
Nos metemos en tantos problemas por lo que decimos,
por lo que pensamos y por lo que hablamos.
En la carta de Santiago 3 hay varios ejemplos.
Dice que nuestra lengua es como un timón,
como un freno en la boca de un caballo,
como una chispa en el bosque,
una serpiente venenosa. Dice que se pone un freno
en la boca de un caballo y que poco a poco puede controlar la dirección del caballo. El timón de un barco puede controlar la dirección de la embarcación.
Su lengua, que, por su tamaño es muy insignificante, controla su vida. Lo que usted dice dirige su vida, lo que usted dice puede destruir su vida. Se puede motivar la vida de las personas, puede desalentar la vida de las personas. Su lengua es una fuerza poderosa para el bien o para el mal.
¿Alguna vez ha oído a alguien decir:
“Yo sólo digo lo que está en mi mente.”
Son personas orgullosas de eso.
Se apresuran a decir lo que piensan.
Tal vez no hay mucho en su mente.
Tal vez lo que está en su mente no hay que decirlo.
La Biblia dice que eso no es franqueza, eso es inmadurez.
Efesios 4:29
No salga de vuestra boca ninguna palabra mala, sino sólo la que sea buena para edificación, según la necesidad del momento, para que imparta gracia a los que escuchan.
Subraye la palabra “ninguna”. Cuidado con lo que dice. Cuando hable no sólo diga cosas para edificarse usted mismo. Diga cosas para edificar a otras personas o si no, no lo diga. Incluso si es la verdad y no ayuda, no lo diga. Esa será una señal de madurez. Una persona madura guarda su lengua. No importa cuánto tiempo usted haya sido un cristiano, si no puede dominar su lengua, ha perdido su enfoque para madurar.
Santiago 1:26 “26 Si alguno se cree religioso,
pero no refrena su lengua, sino que engaña
a su propio corazón, la religión del tal es vana.”
Si ha memorizado miles de versículos y si ha hecho cada estudio de la Biblia dictado en la iglesia y si va a la iglesia y nunca más pierde un servicio; pero si soy un chismoso, mi religión no tiene valor. Si hice correr rumores, es inútil.
Si siempre estoy diciendo cosas que no son exactas o exagero o hablo impulsivamente, es inútil.
Una prueba de madurez es el uso de la lengua sin palabras corrompidas ni negativas.
“Hablar la verdad en amor” significa una actitud correcta en el momento adecuado, el lugar adecuado, el motivo correcto. La Biblia es muy práctica. No importa lo mucho que sabe acerca de la Biblia, si su actitud no es como la de Cristo; está perdiendo la oportunidad de madurar.
4. UN CRISTIANO MADURO ES UN PACIFICADOR, NO UN ALBOROTADOR.
Santiago 4: 1
¿De dónde vienen las guerras y los conflictos entre vosotros? ¿No vienen de vuestras pasiones que combaten en vuestros miembros?“
Está hablando de conflicto. Dice que hay peleas internas y peleas que provienen de nuestros deseos.
Usted quiere algo y no lo consigue. Maltratan y sienten envidia, pero no pueden tener lo que quieren. Usted pelea y lucha y no tiene, porque no pide a Dios.
¿Soy un pacificador? o ¿Soy un alborotador?
¿Me gusta discutir? ¿Soy una persona conflictiva?
¿Lastimo mis sentimientos?
¿Me pongo a la defensiva con facilidad?
¿Hiero los sentimientos de otras personas?
¿Soy un pacificador? ¿O soy un alborotador?
La marca de una persona madura es la falta de conflicto en su propia vida. Pablo dijo a la iglesia de Corinto: “Ustedes son un montón de bebés”. Ellos discutían sobre todo. Discutían sobre la Cena del Señor, las ofrendas, el ministerio; todo.
Esa es una señal de inmadurez.
¿Por qué hay tanto conflicto en el mundo?
¿Por qué hay conflicto en el matrimonio?
¿Por qué hay conflicto en mi lugar de trabajo?
¿Por qué hay conflicto entre un antiguo amigo y yo?
¿Por qué hay conflicto entre un hermano en la fe y yo?
¿Por qué hay conflicto entre Dios y yo?
¿Por qué hay conflicto?
- Hay dos razones para el conflicto:
Santiago 4: 2-3
Codiciáis y no tenéis, por eso cometéis homicidio. Sois envidiosos y no podéis obtener, por eso combatís y hacéis guerra. No tenéis, porque no pedís. 3 Pedís y no recibís, porque pedís con malos propósitos, para gastarlo en vuestros placeres.
Cuando se pregunta por qué no recibe, usted debe entender que no recibe porque pide con motivos equivocados; para gastarlo en sus deleites.
- La primera fuente de conflicto es EL EGOÍSMO.
Cuando yo quiero lo que yo quiero, entonces voy a tener conflicto con alguien. El problema es el egoísmo.
¿Cómo se conoce un cristiano inmaduro? Por sus oraciones.
Si sus oraciones son siempre egocéntricas:
me bendiga, me prospere, protégeme, úsame, ayúdame…
si este es el único tipo de oración que dice, e
so es inmadurez.
Proverbios 13:10 “Por la soberbia sólo viene la contienda, mas con los que reciben consejos está la sabiduría.“
Todo conflicto es del ego, del orgullo. Cuando los esposos tienen un conflicto es porque alguno, o ambos, se sienten orgullosos y no aceptan admitir que estaban equivocados.
El orgullo es garantía de conflictos en el trabajo, en la iglesia, en el hogar, en la escuela, donde sea. El egoísmo hace que busquemos hacer nuestra conveniencia.
Hermanos, no habléis mal los unos de los otros. El que habla mal de un hermano o juzga a su hermano, habla mal de la ley y juzga a la ley; pero si tú juzgas a la ley, no eres cumplidor de la ley, sino juez de ella. 12 Sólo hay un dador de la ley y juez, que es poderoso para salvar y para destruir; pero tú, ¿quién eres que juzgas a tu prójimo?”
Todos somos culpables de la mentalidad de jueces.
Dios dice: “No juzgues a la gente”.
Si usted juzga a las personas, está pidiendo una pelea.
Uno siempre está criticando, instigando a la
desobediencia, difundiendo rumores (chismes).
¡No juzgues!
¿Por qué? ¿Por qué no he de juzgar a personas?
1. Yo no soy Dios. Cuando juzga a alguien es jugar a ser Dios.
Sólo hay un Juez, sólo un Legislador:
2. Sólo Dios conoce todos los hechos y por ahora no juzga;
yo tampoco.
Cuando juzgamos personas, lo hacemos sin conocimiento de todos los hechos ocurridos.
3. No conocemos los motivos. No podemos saber todo lo que está en el corazón de alguien. Sólo Dios lo sabe.
Así que sólo Dios tiene el derecho de juzgar personas. Él conoce todos los hechos, lo sabe todo. Él conoce toda la motivación que hay en el corazón. Él tiene la verdad para poder juzgar.
Pero nosotros estamos limitados en nuestra visión. No tenemos ningún derecho a juzgar a las personas.
Dios dice que el egoísmo y juzgar a los demás causa conflicto.
La cuarta característica de una persona madura
es ser pacificador y no alborotador.
Dios dice que la gente que juzga personas es gente inmadura.
4. UN CRISTIANO MADURO ES PACIENTE Y ORA
Santiago 5:7 “7
Por tanto, hermanos, sed pacientes hasta la venida del Señor. Mirad cómo el labrador espera el fruto precioso de la tierra, siendo paciente en ello hasta que recibe la lluvia temprana y la tardía.”
Santiago 5:11
“11 Mirad que tenemos por bienaventurados a los que sufrieron. Habéis oído de la paciencia de Job, y habéis visto el resultado del proceder del Señor, que el Señor es muy compasivo, y misericordioso.”
Ten paciencia, hasta la venida del Señor. Miren cómo el labrador espera que la tierra dé su precioso fruto, observen lo paciente que es esperando la lluvia de otoño y primavera. Ustedes también sean pacientes, manténganse firmes porque el Señor…viene.. está cerca.
Él está diciendo: “Ten paciencia.”
Él da el ejemplo del agricultor.
Si alguien tiene que tener paciencia es un agricultor.
Hace una gran espera. Planta semilla, espera, ora, espera, espera … espera para ver el resultado.
Igualmente, nosotros a veces tenemos que esperar. Tenemos que esperar en Dios para una respuesta a nuestra oración. Tenemos que esperar en Dios por un milagro. Tenemos que esperar.
La única manera de aprender paciencia es por aprender a esperar.
La paciencia es una señal de madurez.
Santiago 5:16: “16 Por tanto, confesaos vuestros pecados unos a otros, y orad unos por otros para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede lograr mucho.“
Subraye las palabras “orad” y “oración” .
Dios dice que una marca de un cristiano maduro es, ser paciente y que ore. Esas son las dos palabras claves en el capítulo 5 de la carta de Santiago. “Paciente” se utiliza cuatro veces.
“La oración” se usa siete veces.
Una marca de los cristianos maduros es que son pacientes y están en oración. Las dos características van juntas. Expresan una actitud de dependencia de Dios.
Mis hijos tuvieron que aprender la diferencia entre
“No” y “Todavía no”. Durante mucho tiempo pensaron que “todavía no” significaba “no vamos a hacerlo”.
Ellos aprendieron que “no” significa “no va a suceder”
pero también aprendieron que “todavía no”
significa que “hay que esperar”.
Muchas veces Dios nos dirá: “Todavía no.” Él sólo dijo:
“Tienes que esperar, quiero que te desarrolles, que crezcas, …..
que vayas formando el carácter de mi Hijo Jesús en tí”.
Ser pacientes y orar es una señal de crecimiento y madurez.
Solo obtenemos MADUREZ siendo probados.
¿Cómo se califica su MADUREZ?
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