lunes, 27 de julio de 2015

Actitud de desierto: LA QUEJA !




Números 11:1
Aconteció que el pueblo se quejó a oídos de Jehová; y lo oyó Jehová, y ardió su ira, y se encendió en ellos fuego de Jehová, y consumió uno de los extremos del campamento.


El desierto es un terrible lugar para visitar y un devastador lugar para vivir. A veces vivimos en desiertos emocionales y espirituales sin darnos cuenta. Sentimos la seca y sin vida experiencia pero olvidamos conectarla con lo que realmente 
somos y cómo llegamos allí. 

Son nuestras actitudes las que nos llevan a experiencias de desierto. Las actitudes son importantes,
 no sólo las acciones. 
A Dios le importan tus acciones y tus actitudes.


Consideremos a los hijos de Israel. Salieron
 de Egipto y viajaron hasta el umbral de la Tierra Prometida. 
El viaje les tomó 18 meses y cubrió más de 300 millas. 
Doce de los 18 meses los pasaron 
en la base del Monte Sinaí recibiendo los 10 mandamientos.

Allí estaban a unos pocos pasos de la 
“tierra que fluye leche y miel”
 A unos pasos de entrar a la bendición y al gozo que Dios 
había prometido y Dios les dice que no van a entrar, 
les dice que deben regresar al desierto y quedarse allí hasta que cada uno mayor de 20 años muera.

¡Eso es un movimiento radical!
 Hacer desaparecer una generación entera de tus hijos.
Dios nunca se enoja sin una razón. El no 
“pierde los estribos”
 y después se pregunta qué pasó. 
Este evento se registra en los Salmos, en los Profetas, en los Evangelios y en las Epístolas 
(1 Cor. 10:5, Heb. 3:7-11,15-18 4:1-3)
 por lo que debió tener trascendencia 
y relevancia para nosotros hoy.


Números 13:28-33
 recoge el porqué de esa acción radical de Dios:

a. Los doce espías fueron a la Tierra Prometida y llegaron con las noticias de regreso.

b. Diez regresaron llenos de temor y comenzaron a quejarse acerca de los ejércitos, de los gigantes y de los obstáculos.

c. Josué y Caleb trajeron el informe de la minoría: fe y confianza para conquistar la tierra.

¿Cómo respondió el pueblo? 

Números 14:10
“hablaron de apedrearlos”

¿Qué reflejaba esto? 
Actitudes de falta de fe, una mala actitud.

¿Cómo respondió Dios? 

Números 14:11-12
y Jehová dijo a Moisés: ¿Hasta cuándo me ha de irritar este pueblo? ¿Hasta cuándo no me creerán, 
con todas las señales que he hecho en medio de ellos?
Yo los heriré de mortandad y los destruiré, 
y a ti te pondré sobre gente más grande y más fuerte que ellos.

Un Dios airado se reveló a sus hijos. 
Moisés interviene, pide misericordia,
 que no los haga desaparecer de la faz de la tierra
 y Dios lo escucha.
Pero Dios aún estaba molesto con las actitudes malvadas 
de sus hijos. 

Números 14:26-29
Y Jehová habló a Moisés y a Aarón, diciendo:
¿Hasta cuándo oiré esta depravada multitud que murmura contra mí, las querellas de los hijos de Israel, que de mí se quejan?
Diles: Vivo yo, dice Jehová, que según habéis 
hablado a mis oídos, así haré yo con vosotros.
En este desierto caerán vuestros cuerpos; todo el número de los que fueron contados de entre vosotros, de veinte años arriba, 
los cuales han murmurado contra mí.

Sólo Josué y Caleb entrarían, 
todos los demás morirían en el desierto. 

Ver. 31-33 
“Ustedes dijeron que yo no los podía hacía entrar, tuvieron miedo de que sus hijos morirían, pues ellos no morirán pero ustedes sí”.

Ver. 34, Vagarían por 40 años, 
1 año por cada día que espiaron la tierra, por cada día sin fe,
 por cada día de queja, por cada día de murmuración
y por cada día de crítica.

Ver. 35 “Quiero dejar bien claro cómo me siento por esto”.
Podemos argumentar, pero Dios es un Dios de gracia,
 compasión y bondad,
 ¿qué puede empujarlo hasta esos extremos?

Las murmuraciones y las quejas de su pueblo. 
Ver. 27

Cuando una palabra suena como es, 
se llama onomatopeya, por ejemplo: 
cuac, cuac, 
miau, miau,
 bla,bla, bla, 
yapi, yapi.

 Cuando nos quejamos eso es lo que escucha Dios, 
un sonido repetitivo y molestoso que 
“lo vuelve loco”

Dios aborrece, detesta esa actitud de contradicción, 
duda y rebelión. No la tolera.

Si decidimos o escogemos el murmurar y el quejarnos como nuestro estilo de vida, ¡entonces de regreso al desierto vamos!
Las malas actitudes hacen de la vida una experiencia seca,
 dura y sin gozo. 
¿Se ha sentido alguna vez así? 
¿Como si su vida está falta del gozo
 y la plenitud que usted desea? 
¿Cómo que se está perdiendo de la clase de vida abundante 
que la Palabra de Dios promete?

Necesita recordar esta verdad: 

Aquellos que escogen la queja y la murmuración 
como sus estilos de vida pasarán sus vidas en el desierto.

Las malas actitudes después de reconocerlas 
hay que reemplazarlas con las actitudes que Dios
 ha diseñado para que puedas vivir en la Tierra Prometida. 

Identificamos una mala actitud y la desechamos, 
identificamos una buena actitud y la adoptamos.

1 Corintios 10:7-8 
No adopten una mala actitud como ellos allá en el desierto o se les estarán uniendo en su peregrinaje.

¿Cómo comenzar a lidiar con mis actitudes?

a. Decidiéndose a creer que las actitudes son críticamente importantes para tu vida

b. Entendiendo que las actitudes son sumamente importantes para Dios

c. Entendiendo que hay serias consecuencias de “desierto” para los que escogen actitudes incorrectas

d. Decidiéndose a cambiar las actitudes que sea necesario cambiar

e. Entendiendo que no puedo cambiar mis actitudes sin la ayuda de Dios

f. Disponiéndome a estudiar la Palabra de Dios para aprender qué actitudes necesitan cambiar y cómo empezar a hacerlo


Todos nos quejamos más de lo que nos gusta admitir. 
Nos quejamos cuando expresamos resentimiento por las circunstancias que están más allá de nuestro control 
y por las cuales no estamos haciendo nada.

El quejarnos no cambia nada, 
sólo satisface nuestra naturaleza pecaminosa.
 El quejarnos libera 

“energía emocional negativa” 

En una manera que provee alivio momentáneo 
de una situación o circunstancia que quizás
 sea frustrante para nosotros.

Quejándose, murmurando, lloriqueando, refunfuñando 
y Dios envió fuego del cielo. 
Escogieron quejarse, 
o sea que escogemos nuestras actitudes. 
Ellas no nos escogen a nosotros, 
Nosotros las escogemos, Nosotros las seleccionamos a ellas.

 ¡Nuestro problema de actitud está frente al espejo!

Actitud quiere decir ‘manera de reaccionar’. 
Actitud significa qué posición y qué reacción tendré frente a distintas situaciones. 

Tenemos actitudes frente al trabajo, frente a las personas, frente a Dios, frente a los problemas. Todos reaccionamos de alguna manera. 
Esto se llama actitud.



Hay personas buenas con malas actitudes, 
porque no comenzaron con una actitud correcta, 
una manera de ser de bendición.
 La mala actitud te costará tu trabajo. 

Hay personas que han perdido su trabajo y no han logrado prosperidad porque encararon los desafíos con una actitud equivocada.


Las actitudes no los podemos adjudicar a nadie, no podemos excusarnos diciendo:
 “es la actitud de mi mamá la que heredé”, 
“es culpa de mi papá que yo sea así”, 
“es mi jefe”, 
“es mi vecino”,
 “son los demás”, 
“son los hermanos de mi iglesia”, 
“son mis circunstancias”.

 Escogemos las actitudes a asumir frente a lo que nos rodea.

Los israelitas tenían buenas razones para no quejarse, tenían más que suficientes razones para estar agradecidos, 
sin embargo, escogieron la actitud de la queja.

¿Se acuerdan del informe de los espías? 
El pueblo escuchó el informe de la mayoría
y el informe de la minoría,
 ¿y qué hicieron? 
Decidieron.

Hemos hablado de actitudes, pero no hemos definido
 lo que son actitudes:

a. Actitudes son patrones de pensamiento.

Desarrollamos una manera de pensar acerca de las cosas , una manera de enfrentar la vida. 

b. Actitudes son patrones de pensamiento que se formaron por un periodo de tiempo largo.

 Los israelitas súbitamente no comenzaron a quejarse 
en el desierto, se quejaron en Egipto mientras hacían ladrillos. Usted dirá: 
¡pero su vida era difícil! 
Sí, pero muchos antes de ellos y después de ellos en circunstancias iguales o peores, han escogido no quejarse.

c. Las malas actitudes son maneras de pensar habituales y dañinas y a veces no nos percatamos que las tenemos.   

Nos acostumbramos a reaccionar de una manera específica que nuestras decisiones se vuelven automáticas y creemos que forman parte de nosotros, lo que no comprendemos es que trágicamente las consecuencias son automáticas también.

Al igual que los israelitas al umbral de la Tierra Prometida, usted y yo podemos estar más cerca de lo que creemos a un cambio dramático y que produzca vida y gozo, usted puede escoger rechazar la queja y confiar en Dios.

Una verdad crucial acerca de la queja es la siguiente:
 Quejarse es un pecado. 
Pecado es errar el blanco, 
es fallar en relación a las justas y santas demandas de Dios.

 Nuestra queja nos puede conducir a enojo,
amargura y aún depresión.
Cuando nos quejamos, escogemos una respuesta que nos daña en vez de hacernos bien. Te dañas, te perjudicas tú primero. 
Dios te ama y no quiere que te hagas daño.

Cuando nos quejamos, herimos a Dios. 
Dios se afecta cuando escucha nuestras 
quejas y ve nuestras actitudes incorrectas, 
¡porque el quejarnos cuestiona la Soberanía de Dios!

Al quejarnos estamos diciendo: 
!Dios, metiste la pata! 
Tuviste una oportunidad de llenar mis expectativas,
 pero no supiste hacerlo, no supiste manejarlo. 
Buen intento, Dios, estuviste cerca pero no lo suficiente.

Al quejarnos, herimos a las personas que nos rodean.

¿Cómo definimos queja?
 Expresar insatisfacción con una circunstancia que no está mal o equivocada y por la cual no estoy haciendo
 nada para enmendar o corregir.

Quejarse es refunfuñar acerca de cosas que no están
 equivocadas o incorrectas.
El no hacer nada por mejorar la situación 
es otro factor del quejarme.
La queja envuelve circunstancias, 
situaciones, la crítica envuelve a personas.

Volvamos a 
Números 11:1
...el pueblo se quejó a oídos de Jehová; y lo oyó Jehová...

Dios escuchó cada palabra de cada quejoso de los hijos de Israel. 
El estaba allí. Allí estaba la nube de día y la columna de fuego de noche. Dios estaba allí…escuchando y ellos lo ignoraron.

Una y otra vez se lee en la Escritura frases como éstas:

a.”antes vivía mejor…”

b.”¿Porqué no podemos tener más de esto?”

c. “¿Y cuándo vamos a tener más de eso?”

d. “¿Porqué no te das cuenta de que yo 
necesito…?” 

e. “Tú sabes…”

A diario escucho estas expresiones:

 ¿Porqué tengo que pasar por esto?, 
¿Porqué tengo que soportar todo esto cuando la vida
 le va tan suave a otros? 
Estoy cansad@, ¿cuándo esto se va a acabar?
¿Porqué mi vida no puede ser más como _________?

Cada vez se esta llenando nuestro ser de quejas
 y esta haciendo que acumulemos grandes cantidades de:
N-E-G-A-T-I-V-I-D-A-D-E-S




Esta contínua queja de:
“bla,bla,bla, esto, aquello”, 
“si yo tuviera,  “por que ellos y no yo, etc.

sube hasta los oídos de Dios y El responde: 

¿Se pueden retirar de Mí con esa queja crónica?

Si usted está vivo, enfrentará alguna medida de adversidad, esto parece sorprenderle a algunos. Tendrá la cantidad correcta de adversidad como para cumplir los propósitos de Dios en sus vidas.

Es nuestra decisión: 
regocijarnos por todas las buenas cosas que Dios ha hecho en nuestras vidas o quejarnos acerca de esa sola cosa, 
cualquiera que ésta sea.

Al quejarnos estamos rechazando la gracia que puede ayudarnos a través de esa situación.
Considera esto: Esa misma adversidad de la cual te quejas frecuentemente es lo que Dios quiere usar para mantener tu corazón cerca de El. En su gracia, permite la adversidad para atraernos cerca de El. 

Lo malo no es la adversidad sino nuestra respuesta a ella. 
¡Es nuestra actitud!


Dios oye nuestra queja y le desagrada. 
Nuestras quejas le rompen el corazón, 
debemos de creerle a Él cuando dice:
que Él estará con nosotros.
Pero si Dios nos hiciera una pregunta a nosotros seria:

¿Se pueden retirar de Mí con esa queja crónica?


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ACTITUD Nuestro Éxito !



Romanos 12:2  
No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.


Un jugador profesional de un equipo de fútbol español o italiano  
rara vez sigue viviendo en los barrios donde creció. 

Una persona que ha sido operada de cáncer no puede ver la vida 
como lo hacía antes.

Es casi imposible encontrar una mariposa 
que siga arrastrándose por ramas y troncos, 
comiendo hojas como cuando era gusano. 

Sin embargo,
 hay muchos cristianos que han sido transformados 
cuando se convirtieron y sin embargo, 
no muestran cambios visibles en su comportamiento.

Podemos hablar, 
podemos decir muchas cosas, 
podemos ser buenos oradores, 
ser buenos con la boca, 
Pero… 
la verdad es que nuestros hechos
 o nuestras actitudes 
dicen más de lo que hablamos.

Romanos 12:2  (TLA)
Y no vivan como vive todo el mundo. Al contrario, 
cambien sus actitudes y de pensar. Así podrán saber qué es lo que Dios quiere, es decir, todo lo que es bueno, agradable y perfecto.


Ahora bien, 
el cambio constante hacia la perfección debe ser el estilo de vida de todos aquellos que pretenden llamarse cristianos. 

La Biblia nos dice que debemos “evolucionar” 
es decir, 
renovarnos en un espíritu de superación 
teniendo como fin último la excelencia de vida (Juan 10:10).


En la Biblia encontramos a diferentes hombres 
que sufrieron un cambio radical en su conducta 
(algunos ejemplos: 
Moisés, David, Pedro, Pablo, entre otros)


Debemos recordar que la actitud determina 
la forma de ver y vivir la vida.
Mantener una buena actitud es una parte esencial para el éxito de cualquier persona en la vida. Una mala actitud te hace fallar. 

Una mala actitud no te deja avanzar. 
Una mala actitud no te deja disfrutar bien de todas 
las experiencias que suceden en tu vida.

No dejes que la mala actitud te controle, manten una mente positiva, permítete disfrutar mejor tus experiencias
 con una mente abierta… ésa es la vida plena.

Existe un refrán que dice:
 No es tu 
APTITUD
sino tu 
ACTITUD 
lo que determina tu
 ALTITUD.

El cambio de actitud
 es el factor principal en quienes han decidido 
ser triunfadores en ves de perdedores 

la actitud es 
“la manifestación externa de mi condición interna”





Por ejemplo, 
si mi ser interno está lleno de maldad, 
la manifestación de éste se hará visible 
en actitudes de:
 odio, rencor, envidia, 
venganza, amargura 
y hasta el homicidio.

Sin embargo,
 si mi ser interno está lleno de:  amor
la manifestación de éste se hará visible en actitudes de:
 misericordia, compasión, bondad, entre otras. 

Así entonces una actitud positiva y constructiva será siempre el resultado de un cambio interno tanto de mente como de espíritu.


¿Cuál es la actitud que tienes en tu trabajo?
¿Te gusta lo que haces?
¿Cuál es la decisión que haces cada mañana cuando vas a trabajar?
¿Cuáles pasos vas a dar esta semana para mejorar tu actitud?

“Tú eliges como vas a vivir el resto de tus días.
 Una buena actitud te llevará siempre a mejores lugares.”

¿Cuál es tu actitud de hoy? 
¿Eres amargado y llevas la ira, celos o rabia hacia otra persona?

A veces incluso nosotros llevamos esos sentimientos hacia Dios. 
Amigos, hermanos necesitamos ajustar nuestra actitud hacia Dios
 (a través de su Espíritu Santo) que está mostrándote 
donde tienes que cambiar. 
Dios te ama tal como eres, 
pero Él te ama demasiado como para dejarte así.



El propósito soberano de Dios es hacernos a la imagen  de su Hijo.
Sin embargo, 
nosotros podemos decidir si queremos
 cooperar con él en el proceso. 
Podemos permitir que las circunstancias de la vida
 nos fortalezcan 
o que nos destruyan. 

El factor determinante entonces, es  NUESTRA ACTITUD.

ACTITUD: 
Una buena definición que he encontrado de esta palabra es: 
“la actitud es la respuesta emocional y mental 
a las circunstancias de la vida”. 
En otras palabras, 
es la disposición del ánimo manifestado en alguna forma.

Tal vez 
no podamos cambiar  la mayoría de nuestras circunstancias, 
pero... 
sí podemos
cambiar de actitud.




En Romanos 12:2 

encontramos al apóstol Pablo 
escribiendo un interesante y profundo versículo.

 Pablo es el ejemplo perfecto
 de una persona que sufrió un cambio interno 
manifestándolo luego en un estilo de vida 
saturada de actitudes cristianas. 


De ser un perseguidor de la Iglesia, un oponente del Evangelio
 y cómplice de asesinato...

Pablo cambió a un hombre con actitudes 
nobles y dignas de imitar.


(ROMANOS 15:5)
“Que el Dios que suministra aguante y consuelo les conceda tener entre sí la misma actitud mental que tuvo Cristo Jesús.”


¿Cómo puede la actitud de una persona afectar su vida?

LA ACTITUD  marca la diferencia en la vida. 

Una actitud 
despreocupada o diligente, 
positiva o negativa, hostil o colaboradora, 
quejumbrosa o agradecida,
puede influir mucho en la manera de tratar diferentes situaciones 
y en la reacción de otras personas. 

Con una buena actitud
se puede ser feliz incluso en circunstancias difíciles. 

Al que tiene una
mala actitud 
nada le parece bien, 
Cuando se nos dice algo q no nos gusta,
Los gestos de nuestro rostro o semblantes cambian


ACTITUDES QUE CONQUISTAN 
EL CORAZÓN DE DIOS


1- LA ACTITUD DE JOSUÉ

Josué 1:9
Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo 
en dondequiera que vayas. 


Se han escrito miles de libros respecto al tema del éxito, de como alcanzarlo y ser un hombre de éxito en todo 
PERO
la Palabra de Dios 
tiene principios BÍBLICOS
Que deberíamos practicar
 para que podamos ser exitosos. 


La vida de Josué
 Es un gran ejemplo de que el éxito 
no se alcanza a base de golpes de suerte, 
sino de una vida de :
Constancia,
 trabajo, 
disciplina 
responsabilidades.

Nuestra actitud positiva será el pasaporte para 
nuestro éxito en la vida.  

Esa actitud influenciada por el poder de la Palabra de Dios
 ejercerá una tremenda influencia en el mundo que nos rodea. 

 Dios le recordó a Josué por tres ocasiones 
“esfuérzate” 

La vida está repleta de retos, problemas y situaciones difíciles los cuales ameritan que tomemos el control de nuestra embarcación hacia puerto seguro.  
Dios había prometido a Josué su completo
 y total apoyo, compañía y respaldo

2- LA ACTITUD DE CALÉB


Números 13:28-33
Mas el pueblo que habita aquella tierra es fuerte, y las ciudades muy grandes y fortificadas; y también vimos
 allí a los hijos de Anac.
29 Amalec habita el Neguev, y el heteo, el jebuseo y el amorreo habitan en el monte, y el cananeo habita junto al mar,
 y a la ribera del Jordán.
30 Entonces Caleb hizo callar al pueblo delante de Moisés, 
y dijo: Subamos luego, y tomemos posesión de ella; 
porque más podremos nosotros que ellos.
31 Mas los varones que subieron con él, dijeron: No podremos subir contra aquel pueblo, porque es más fuerte que nosotros.
32 Y hablaron mal entre los hijos de Israel, de la tierra que habían reconocido, diciendo: La tierra por donde pasamos para reconocerla, es tierra que traga a sus moradores; y todo el pueblo que vimos en medio de ella son hombres de grande estatura.
33 También vimos allí gigantes, hijos de Anac, raza de los gigantes, y éramos nosotros, a nuestro parecer, 
como langostas; y así les parecíamos a ellos.


La actitud de incredulidad nos impide alcanzar 
las promesas de Dios
La actitud de incredulidad sentenció el destino del del pueblo.

El pueblo aceptó el informe de estos diez exploradores 
y eso le costó el entrar a la tierra prometida. 
A causa de su incredulidad el pueblo estuvo 
vagando por el desierto 
durante 40 años, hasta que murió toda aquella generación. 

Por el contrario, 
el creer que si se pueden lograr las cosas, 
crea en nosotros el clima mental optimo, 
para construir las opciones  de éxito 
y visualizar los recursos necesarios. 

Ellos pensaban que no podían 
 y su afirmación marco un sendero de derrota: 

Números 13:31
“…No podremos subir contra aquel pueblo, 
porque es más fuerte que nosotros” 

Pero dos de los exploradores, 
Caleb y Josué
los cuales examinaron la misma tierra 
y vieron los mismos habitantes
 que los otros diez exploradores, 
percibieron las circunstancias 
con otros lentes
 con 
A - C - T - I - T - U - D

 Se enfocaron más en las  oportunidades 
y las posibilidades que en las
B-A-R-R-E-R-A-S

Su declaración fue optimista y llena de confianza: 

Números 13:30
“Subamos luego, y tomemos posesión de ella; porque más podremos nosotros que ellos”

La palabra hebrea que traduce 
PODREMOS
 es la palabra yakol, 

que significa tener la habilidad, tener el poder;
 la capacidad para vencer o tener éxito. 

¿ Cuál  fue  el  ERROR  de  todo  el  pueblo ?

La mayor diferencia: 
¡La actitud!

La única diferencia entre los que entregaron el informe de la mayoría y la minoría era de aspecto interno. 

Sus informes tan diferentes 
reflejaban sus actitudes contrarias acerca de la tierra, 
de las promesas divinas de la gente de Canaán,
 del trabajo que implicaba, 
de Dios y de ellos mismos.

La única diferencia entre los que entregaron el informe de la mayoría y la minoría era de aspecto interno. 

Sus informes tan diferentes 
reflejaban sus actitudes contrarias acerca de la tierra, 
de las promesas divinas.

Veamos algunas de las actitudes de la mayoría.

1. Desobedecieron a Dios
2. Creyeron que la tierra no les ofrecía ningún futuro
3. Mostraron cobardía a causa de su temor.
4. Ignoraron a Dios en su informe totalmente.
5. Sufrieron de un complejo llamado "NO PUEDO" 


Seguro  habrán escuchado el refrán que dice:
 “El que persevera alcanza”.  

Muchas personas desisten y tiran la toalla cuando están muy cerca de su objetivo, no solo en lo espiritual,
 también hablo de objetivos profesionales, sentimentales, financieros, etc. 


AHORA VEAMOS A CALEB
¿Qué había de diferente en la actitud de Caleb?

Números 14: 24
«Pero a mi siervo Caleb, por cuanto lo ha animado otro espíritu y
decidió ir detrás de mí, yo lo haré entrar en la tierra donde estuvo,
y su descendencia la tendrá en posesión». 


VEAMOS LAS ACTITUDES QUE DIOS VIO EN ACAB


(1) Recordaba las promesas de Dios y actuaba en consecuencia
(2) Se atrevió a ir contra la corriente
(3) Se negó a abandonar cuando se sintió presionado
(4) Vio posibilidades allí donde otros sólo veían problemas
(5) Se mantuvo joven de espíritu aun cuando su cuerpo envejecía. 


Actitud es una expresión externa de un sentimiento interno.
Actitud es el ser avanzado de nuestros fuerza interna.
Actitud es la raíz interna que produce los frutos externos.
Actitud es nuestro mejor amigo o nuestro peor adversario.
Actitudes más honesta y más consistente que nuestras palabras.
Actitud es lo que atrae gente a nosotros o las que los expulsa.
Actitud es la biblioteca de nuestro pasado, el comunicador de nuestro presente y el profeta de nuestro futuro.

La buena noticia es que podemos decidir que actitud tener.



¿Te describe esto a ti?



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jueves, 9 de julio de 2015

La Madurez En Acción!



Hebreos 6:1
Por tanto, dejando las enseñanzas elementales acerca de Cristo, avancemos hacia la madurez...

La vida de los seres humanos, está llena de diferentes etapas o tiempos donde vivimos y actuamos de diferentes maneras. 

La vida de los seres humanos empieza desde su concepción, pasando la gestación, nacimiento, niñez, pre-adolescencia, adolescencia, adulto joven y maduro. Vejez y muerte.

 En cada etapa de nuestra vida actuamos de diferentes maneras y somos autosuficientes o dependientes de otras personas.

Pero lo que si es cierto, que Dios dice crezcan, lleguen a la madurez. Es por eso que uno de los propósitos 
de nuestra iglesia es ayudar a todos a crecer espiritualmente, emocionalmente, mentalmente, 
en todos los sentidos y a equilibrar su vida.

¿Qué es la madurez? ¿Cómo sé cuándo he llegado a la madurez?

A – LO QUE NO ES MADUREZ:

- No es: LA EDAD.

No tiene nada que ver con el tiempo que has vivido o cuánto tiempo usted ha sido un cristiano. Usted puede ser un cristiano durante cincuenta años y no ser maduro. Parece que muchas personas tienen el lema para su existencia: 
“Yo puedo estar envejeciendo, pero me niego a madurar”

He visto a algunos chicos(as) de 30, 40, 50 y 60 años de edad. La madurez no tiene nada que ver con su edad. Por supuesto, el ideal de Dios es que a medida que envejecemos tengamos más madurez, pero eso no siempre es así.

Salmos 119:100
Más que los viejos he entendido, Porque he guardado tus mandamientos...

- No es: LA APARIENCIA. 
Algunas personas sólo aparentan madurez. Algunas personas sólo aparentan ser más espirituales que el resto de nosotros. Se ven con una especie de superdignidad, se ven como si fueran los más santos.  El hecho es que usted puede sentirse o calificarse muy espiritual y no ser espiritual en absoluto. No tiene nada que ver con su apariencia.

Mateo 7:16 (NTV)
Ustedes serán identificados por su fruto, es decir, por la manera en que se comportan.


- No es: EL ÉXITO, LOS LOGROS. 
La madurez no tiene nada que ver con el rendimiento. Usted puede lograr mucho y aún así ser muy inmaduro. Usted no tiene que ser maduro para hacer millones de pesos, o ser famoso, etc.


- No es: EL CONOCIMIENTO. 
La madurez no tiene nada que ver con lo académico, cuántos grados ha conseguido, cuánta educación  haya recibido. Cuando me gradué del colegio pensaba que lo sabía todo, luego fui por un tiempo a la universidad y entonces pensé:
“Yo no sé mucho más.” 

Luego hice cursos en muchos seminarios y seguí haciendo estudios ministeriales y ahora creo que yo no sé mucho de todo.
Por otro lado usted puede tener tantos grados 
que lo llamen Dr. Fahrenheit o Dr. Celsius  
pero eso no lo hace un cristiano maduro.

Hebreos 5:12
Porque debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos de las palabras de Dios; y habéis llegado a ser tales que tenéis necesidad de leche, y no de alimento sólido. 


- Dios dice que la madurez se determina por: 
EL CARÁCTER DEL CRISTIANO.

La actitud proviene del carácter. 
La actitud es lo que hace la diferencia. Es su carácter. 
El reconocimiento es lo que la gente dice de ti, 
el carácter es lo que Dios dice de ti. 
Dios dice que es Su carácter el que determina
 si usted está maduro o no. Dios quiere que crezcamos
 y tengamos la misma actitud que hubo en Cristo.

¿Cómo se mide la madurez espiritual? 
No por compararse con otras personas,
pero si por compararse con la Palabra de Dios y con Jesús. 

En la epístola de Santiago tenemos un manual sobre la madurez. 
La palabra “maduro” en griego es la palabra “teleaos” 
- se traduce maduro, completo, perfecto. 
Dios utiliza en esta carta de la Biblia  la palabra cinco veces en cinco capítulos. La carta de Santiago es un manual 
sobre cómo ser maduro.

B – 5 MARCAS DE UN CRISTIANO MADURO.

1. UN CRISTIANO MADURO ES POSITIVO BAJO PRESIÓN

Santiago 1: 2-4 
“Tened por sumo gozo, hermanos míos, el que os halléis en diversas pruebas, 3 sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia, 4 y que la paciencia tenga su perfecto resultado, para que seáis perfectos(maduros) y completos, sin que os falte nada.”

La primera prueba de la madurez es: 

¿cómo reaccionan a los problemas? 
 ¿Se ponen nerviosos, tensos, negativos?
 ¿Ustedes se quejan, reniegan? 
¿Cómo manejan los problemas?

El cristianismo es una vida. 
No es una religión, es una vida. 
Jesús dijo: 
“Yo he venido para que tengan vida.
” La vida aquí en la tierra significa problemas, y parte de la vida significa resolver problemas y enfrentarlos con la actitud correcta para obtener madurez en la vida que nos dio Dios, el Padre.

¿Cuál es su actitud natural, su inclinación natural 
cuando las cosas no van bien y ya está irritado(a)? 
 ¿Es negativo o es positivo? 
¿Usted es básicamente una persona 
de apoyo o es una persona escéptica?
 ¿Su vida produce gratitud o murmuraciones? 
¿Está usted calmado o está enojado la mayor parte del tiempo?

Santiago 1:12 
“Bienaventurado el hombre que persevera bajo la prueba, porque una vez que ha sido aprobado, recibirá la corona de la vida que el Señor ha prometido a los que le aman.”



Usted puede ser grande en el conocimiento de la Biblia y ser un intemperante con las personas.

¿Eres  positivo bajo presión?

2. UN CRISTIANO MADURO ES SENSIBLE A LA GENTE.

Santiago 2:8 
 Si en verdad cumplís la ley real conforme a la Escritura: Amaras a tu prójimo como a ti mismo, bien hacéis.

Un cristiano maduro es sensible a la gente. 
No sólo vela por sus propias necesidades, sino atiende las necesidades de otras personas. Él entiende sus heridas. 
No está sólo interesado en sí mismo. ”Dios dice que amar es estar interesado en los demás y esto es un signo de madurez.

Santiago 2: 1-6
Hermanos míos, no tengáis vuestra fe en nuestro glorioso Señor Jesucristo con una actitud de favoritismo. 2 Porque si en vuestra congregación entra un hombre con anillo de oro y vestido de ropa lujosa, y también entra un pobre con ropa sucia, 3 y dais atención especial al que lleva la ropa lujosa, y decís: Tú siéntate aquí, en un buen lugar; y al pobre decís: Tú estate allí de pie, o siéntate junto a mi estrado; 4 ¿no habéis hecho distinciones entre vosotros mismos, y habéis venido a ser jueces con malos pensamientos? 5 Hermanos míos amados, escuchad: ¿No escogió Dios a los pobres de este mundo para ser ricos en fe y herederos del reino que El prometió a los que le aman? 6 Pero vosotros habéis menospreciado al pobre. ¿No son los ricos los que os oprimen y personalmente os arrastran a los tribunales?”

 Esto es fuerte. No muestre favoritismo, no sea un creído, 
no mire a la gente por encima del hombro, 
no juzgue por las apariencias,
 no insulte a la gente, no explote a la gente.

La segunda prueba de la madurez es el amor:
 ¿cómo se trata a otras personas?

“Puedo ganar todo tipo de personas para el Señor, puedo construir grandes edificios de la iglesia, puedo estar en la televisión, puedo dar mi dinero a los pobres, pero si no tengo amor, soy como bronce que suena y címbalo que retiñe; simplemente no es gran cosa “.

Es interesante para mí que, en la sentencia, por lo que vamos a ser juzgados es por la forma en que tratamos otras personas.
 No por ¿cuántas veces nos quedamos en la iglesia,
 no por cuán grande es la reputación 
que tenemos como ministros cristianos;
  pero  si por cómo tratamos a otras personas.

3. UN CRISTIANO MADURO DOMINA SU LENGUA

Santiago 3: 2 
 Porque todos tropezamos de muchas maneras. Si alguno no tropieza en lo que dice, es un hombre perfecto, capaz también de refrenar todo el cuerpo.

Dios nos examina la salud espiritual por medio de nuestra lengua.
Lengua controlada no destruye vidas.  
El chisme hace gran daño; que no se puede reparar.
El autocontrol proviene del control de la lengua.
 Nos metemos en tantos problemas por lo que decimos,
 por  lo que pensamos y por lo que hablamos.

 En la carta de Santiago 3 hay varios ejemplos.
 Dice que nuestra lengua es como un timón, 
como un freno en la boca de un caballo, 
como una chispa en el bosque, 
una serpiente venenosa. Dice que se pone un freno
 en la boca de un caballo y que poco a poco puede controlar la dirección del caballo. El timón de un barco puede controlar la dirección de la embarcación.



Su lengua, que, por su tamaño es muy insignificante, controla su vida. Lo que usted dice dirige su vida, lo que usted dice puede destruir su vida. Se puede motivar la vida de las personas, puede desalentar la vida de las personas. Su lengua es una fuerza poderosa para el bien o para el mal.

¿Alguna vez ha oído a alguien decir: 
“Yo sólo digo lo que está en mi mente.” 
Son personas orgullosas de eso. 
Se apresuran a decir lo que piensan. 
Tal vez no hay mucho en su mente.
 Tal vez lo que está en su mente no hay que decirlo. 
La Biblia dice que eso no es franqueza, eso es inmadurez.

Efesios 4:29 
No salga de vuestra boca ninguna palabra mala, sino sólo la que sea buena para edificación, según la necesidad del momento, para que imparta gracia a los que escuchan.



Subraye la palabra “ninguna”. Cuidado con lo que dice. Cuando hable no sólo diga cosas para edificarse usted mismo. Diga cosas para edificar a otras personas  o si no, no lo diga. Incluso si es la verdad y no ayuda, no lo diga. Esa será una señal de madurez. Una persona madura guarda su lengua. No importa cuánto tiempo usted haya sido un cristiano, si no puede dominar su lengua, ha perdido su enfoque para madurar.

Santiago 1:26 “26 Si alguno se cree religioso, 
pero no refrena su lengua, sino que engaña
 a su propio corazón, la religión del tal es vana.” 


Si ha memorizado miles de versículos y si ha hecho cada estudio de la Biblia dictado en la iglesia y si va a la iglesia y nunca más pierde un servicio; pero si soy un chismoso, mi religión no tiene valor. Si hice correr  rumores, es inútil.



Si siempre estoy diciendo cosas que no son exactas o exagero o hablo impulsivamente, es inútil.

Una prueba de madurez es el uso de la lengua sin palabras corrompidas ni negativas.

“Hablar la verdad en amor” significa una actitud correcta en el momento adecuado, el lugar adecuado, el motivo correcto. La Biblia es muy práctica. No importa lo mucho que sabe acerca de la Biblia, si su actitud no es como la de Cristo; está perdiendo la oportunidad de madurar.

4. UN CRISTIANO MADURO ES UN PACIFICADOR, NO UN ALBOROTADOR.

Santiago 4: 1 
¿De dónde vienen las guerras y los conflictos entre vosotros? ¿No vienen de vuestras pasiones que combaten en vuestros miembros?“


Está hablando de conflicto. Dice que hay peleas internas y peleas que provienen de nuestros deseos.

Usted quiere algo y no lo consigue. Maltratan y sienten envidia, pero no pueden tener lo que quieren. Usted pelea y lucha y no tiene, porque no pide a Dios.

¿Soy un pacificador? o ¿Soy un alborotador?
 ¿Me gusta discutir? ¿Soy una persona conflictiva?
 ¿Lastimo mis sentimientos? 
¿Me pongo a la defensiva con facilidad? 
¿Hiero los sentimientos de otras personas? 
¿Soy un pacificador? ¿O soy un alborotador?

La marca de una persona madura es la falta de conflicto en su propia vida. Pablo dijo a la iglesia de Corinto: “Ustedes son un montón de bebés”. Ellos discutían sobre todo. Discutían sobre la Cena del Señor, las ofrendas, el ministerio; todo. 
Esa es una señal de inmadurez.

¿Por qué hay tanto conflicto en el mundo? 
¿Por qué hay conflicto en el matrimonio? 
¿Por qué hay conflicto en mi lugar de trabajo? 
¿Por qué hay conflicto entre un antiguo amigo y yo?
 ¿Por qué hay conflicto entre un hermano en la fe y yo? 
¿Por qué hay conflicto entre Dios y yo? 
¿Por qué hay conflicto?

- Hay dos razones para el conflicto:

 Santiago 4: 2-3 
Codiciáis y no tenéis, por eso cometéis homicidio. Sois envidiosos y no podéis obtener, por eso combatís y hacéis guerra. No tenéis, porque no pedís. 3 Pedís y no recibís, porque pedís con malos propósitos, para gastarlo en vuestros placeres.



Cuando se pregunta por qué no recibe, usted debe entender que no recibe porque pide con motivos equivocados; para gastarlo en sus  deleites.



-  La primera fuente de conflicto es EL EGOÍSMO.



Cuando yo quiero lo que yo quiero, entonces voy a tener conflicto con alguien. El problema es el egoísmo. 
 ¿Cómo se conoce un cristiano inmaduro? Por sus oraciones. 
Si sus oraciones son siempre egocéntricas: 
  me bendiga, me prospere, protégeme, úsame, ayúdame… 
si este es el único tipo de oración que dice, e
so es inmadurez.

Proverbios 13:10 “Por la soberbia sólo viene la contienda, mas con los que reciben consejos está la sabiduría.“



Todo conflicto es del ego, del orgullo. Cuando los esposos tienen un conflicto es porque alguno, o ambos, se sienten orgullosos y no aceptan admitir que estaban equivocados.

El orgullo es garantía de conflictos en el trabajo, en la iglesia, en el hogar, en la escuela, donde sea. El egoísmo hace que busquemos hacer nuestra conveniencia.

-  La segunda fuente de conflicto es JUZGAR A LOS DEMÁS.



Hermanos, no habléis mal los unos de los otros. El que habla mal de un hermano o juzga a su hermano, habla mal de la ley y juzga a la ley; pero si tú juzgas a la ley, no eres cumplidor de la ley, sino juez de ella. 12 Sólo hay un dador de la ley y juez, que es poderoso para salvar y para destruir; pero tú, ¿quién eres que juzgas a tu prójimo?”

Todos somos culpables de la mentalidad de jueces. 
Dios dice: “No juzgues a la gente”.

Si usted juzga a las personas, está pidiendo una pelea.

Uno siempre está criticando, instigando a la
   desobediencia, difundiendo rumores (chismes).

¡No juzgues!

¿Por qué? ¿Por qué no he de juzgar a personas?

1. Yo no soy Dios. Cuando juzga a alguien es jugar a ser Dios. 
Sólo hay un Juez, sólo un Legislador:


2. Sólo Dios conoce todos los hechos y por ahora no juzga;
 yo tampoco.
Cuando juzgamos personas, lo    hacemos sin conocimiento de todos los hechos ocurridos.

3. No conocemos los motivos. No podemos saber todo lo que está en el corazón de alguien. Sólo Dios lo sabe.

Así que sólo Dios tiene el derecho de juzgar personas. Él conoce todos los hechos, lo sabe todo. Él conoce toda la motivación  que hay en el corazón. Él tiene la verdad para poder juzgar.

Pero nosotros estamos limitados en nuestra visión. No tenemos ningún derecho a juzgar a las personas.

Dios dice que el egoísmo y juzgar a los demás causa conflicto.

La cuarta característica de una persona madura 
es ser pacificador y no alborotador.

Dios dice que la gente que juzga personas es gente inmadura.

4. UN CRISTIANO MADURO ES PACIENTE Y ORA


Santiago 5:7 “7
Por tanto, hermanos, sed pacientes hasta la venida del Señor. Mirad cómo el labrador espera el fruto precioso de la tierra, siendo paciente en ello hasta que recibe la lluvia temprana y la tardía.”



   Santiago 5:11 
“11 Mirad que tenemos por bienaventurados a los que sufrieron. Habéis oído de la paciencia de Job, y habéis visto el resultado del proceder del Señor, que el Señor es muy compasivo, y misericordioso.”  

Ten paciencia, hasta la venida del Señor. Miren cómo el labrador espera que la tierra dé su precioso fruto, observen lo paciente que es esperando la lluvia de otoño y primavera. Ustedes también sean pacientes, manténganse firmes porque el Señor…viene.. está cerca.

Él está diciendo: “Ten paciencia.” 
Él da el ejemplo del agricultor. 
Si alguien tiene que tener paciencia es un agricultor.
 Hace una gran espera. Planta semilla, espera, ora, espera, espera … espera para ver el resultado.

Igualmente, nosotros a veces tenemos que esperar. Tenemos que esperar en Dios para una respuesta a nuestra oración. Tenemos que esperar en Dios por un milagro. Tenemos que esperar.

La única manera de aprender paciencia es por aprender a esperar.

La paciencia es una señal de madurez.
Santiago 5:16: “16 Por tanto, confesaos vuestros pecados unos a otros, y orad unos por otros para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede lograr mucho.“

 Subraye las palabras “orad” y “oración” .

Dios dice que una marca de un cristiano maduro es, ser paciente y que ore. Esas son las dos palabras claves  en el capítulo 5 de la carta de Santiago. “Paciente” se utiliza cuatro veces.
 “La oración” se usa siete veces.

 Una marca de los cristianos  maduros es que son pacientes y están en oración. Las dos características van juntas. Expresan una actitud de dependencia de Dios.

Mis hijos tuvieron que aprender la diferencia entre 
“No” y “Todavía no”. Durante mucho tiempo pensaron que “todavía no” significaba  “no vamos a hacerlo”.

 Ellos aprendieron que “no” significa “no va a suceder” 
pero también aprendieron que “todavía no” 
significa que “hay que esperar”.


Muchas veces Dios nos dirá: “Todavía no.” Él sólo dijo: 
“Tienes que esperar, quiero que te desarrolles, que crezcas, …..
 que vayas formando el carácter de mi Hijo Jesús en tí”.

Ser pacientes y orar es una señal de crecimiento y madurez.

Solo obtenemos MADUREZ siendo probados.


¿Cómo se califica su MADUREZ? 


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