Me has hecho más sabio que mis enemigos con tus mandamientos, porque siempre están conmigo. Más que todos mis enseñadores he entendido, porque tus testimonios son mi meditación. Más que los viejos he entendido, porque he guardado tus mandamientos.
Salmo 119: 98-100 TLA
¿Cómo te sientes cuando entras en tu casa? ¿que olores percibes?,
¿Tu hogar huele a pólvora o a paz?
Muchas veces no nos damos cuenta del aire que se respira en nuestro hogar o matrimonio, y si alguien enciende una llama pueda ser que explote, por qué hay tantos detonantes que estamos viviendo, que, con solo una mirada, o una palabra, puede explotar y tener consecuencias desastrosas de las cuales después nos podemos arrepentir, como una separación, un divorcio, un asesinato, o un suicidio.
Al inicio de nuestra vida matrimonial enfrentamos algunas situaciones difíciles que nos hacían estar en desacuerdo en casi todo, por no decir en todo. Ahora, nos damos cuenta que pasan los años y lo que estábamos viviendo en ese entonces, no era tan grave, todo depende de nuestra madurez y la forma en que manejemos cada una de ellas.
Siempre habrá circunstancias que nos tocará que vivir, y siempre, a lo largo de nuestra vida juntos nos encontraremos con otros detonantes distintos a los de antes. Los vientos fuertes y tempestades que azotan nuestra vida, familia, y matrimonio siempre vendrán, pero no pueden destruirnos si hemos edificado una casa sobre la Roca.
Lucas 6:46-49 TLA
Jesús continuó diciendo: Ustedes dicen que yo soy su Señor y su dueño, pero no hacen lo que yo les ordeno. Si alguien se acerca a mí, y escucha lo que yo enseño y me obedece, es como el que construyó su casa sobre la roca. Hizo un hoyo profundo, hasta encontrar la roca, y allí puso las bases. Cuando vino una inundación, la corriente de agua pegó muy fuerte contra la casa. Pero la casa no se movió, porque estaba bien construida. En cambio, el que escucha lo que yo enseño y no me obedece, es como el que construyó su casa sobre terreno blando. Vino la corriente de agua y pegó muy fuerte contra la casa; la casa enseguida se vino abajo y se hizo pedazos.
Es importante para nuestro matrimonio, descubrir cuales son los detonantes que muchas veces nos separan, y no nos permiten disfrutar cada momento como esposos, al no saber cuales son, podemos vivir siempre a despensas de las circunstancias y no ver salidas o nunca tener paz en nuestro corazón y vivir con amargura.
Aunque vengan las tormentas no vamos a depender de ningún detonante o circunstancia, sino buscaremos refugiarnos en Dios cada día. Confiemos en Dios cuando surjan las tormentas y descubriremos que Él es más fuerte que las tormentas. Jesús dijo:
“El cimiento de un hogar es oír, guardar y practicar la palabra de Dios” ((Mateo 7:24-27)
Aquí encontraras algunos pasos prácticos:
1.- No creas que solo lo que tú piensas es lo correcto, tu cónyuge también tiene un punto de vista, y puede ser el correcto.
2.- Fundamenta tu vida en oración, lectura de la Biblia y siendo obediente.
2.- Haz una lista de los detonantes que identifiques en tu vida y matrimonio, Dios sabe como te formó, y si lo buscas te dará dirección, para cambiar cada uno de ellos.
3.- Pide consejo a alguien de confianza y con madurez espiritual, que pueda darte un punto de vista acerca de tu situación y mostrarte las salidas.
4.- Busca ayuda. Existen buenos libros, instituciones, y sitios en internet que te darán sabiduría.
5.- No te quedes sin hacer algo por ti, tu cónyuge y tus hijos, aunque creas que no lo merecen, Si honras y temes a Dios, lo harás con amor incondicional.
Pas. Cristian E. Pérez
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