lunes, 11 de agosto de 2014

Mi lista de Nunca Más!



1. Nunca más confesaré “no puedo” porque “todo lo puedo en Cristo que me fortalece.”
(Filipenses 4:13)


2. Nunca más confesaré carencia, porque “Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.” (Filipenses 4:19)


3. Nunca más confesaré temor, porque “no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.” (2 Timoteo 1:7)

4. Nunca más confesaré duda o falta de fe, porque “conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno.” (Romanos 12:3)


5. Nunca más confesaré debilidad, porque “Jehová es la fortaleza de mi vida.” (Salmos 27:1)
y “El pueblo que conoce a su Dios será fuerte y actuará.” (Daniel 11:32)


6. Nunca más confesaré la supremacía de Satanás sobre mi vida, “porque mayor es el que está en vosotros que el que está en el mundo.” (1 Juan 4:4)


7. Nunca más confesaré derrota, porque “gracias a Dios, que en Cristo siempre nos lleva en triunfo.”
(2 Corintios 2:14)


8. Nunca más confesaré falta de sabiduría, porque “estamos en Cristo Jesús, el cual se hizo para nosotros sabiduría de Dios.” (1 Corintios 1:30)


9. Nunca más confesaré el dominio de la enfermedad sobre mi vida, porque “por su llaga fuimos nosotros sanados.” (Isaías 53:5)


10. Nunca más confesaré preocupaciones y frustraciones, porque estoy “echando toda ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de mí.” (1 Pedro 5:7) En Cristo estoy libre de preocupaciones.


11. Nunca más confesaré atadura, porque la Escritura dice: “donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad.” (2 Corintios 3:17)


12. Nunca más confesaré condenación, porque “ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús.” (Romanos 8:1) Estoy en Cristo, por tanto estoy libre de condenación.



La lista está basada en un pasaje de Romanos.



“Mas ¿qué dice? Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe que predicamos: que si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.” (Romanos 10:8-10)


También está en armonía con el espíritu de fe, como está revelado en 2 Corintios:

“Pero teniendo el mismo espíritu de fe, conforme a lo que está escrito: Creí, por lo cual hablé; nosotros también creemos, por lo cual hablamos.” (2 Corintios 4:13)



Tomado del libro: Palabras que Mueven Montañas

Autores: E. W. Kenyon & Don Gossett
Editorial: Whitaker House
Capítulo: 1

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