Santiago 3:1-12
La historia nos dice que la bomba atómica que
cayó sobre la ciudad japonesa de Hiroshima en el año 1945 tenía 20 kilotones de
poder destructivo. Un kilotón equivale a 1,000 toneladas de trinitrotolueno
(TNT). La explosión que ocurrió en Hiroshima equivalió a la que producirían
20,000 toneladas de TNT.
Pero esto no es nada en comparación con las armas que
se inventaron varios años después. A continuación te mencionare 2 de ellos.
1.
En los años sesenta, por ejemplo, la antigua Unión Soviética detonó una bomba
de 100 megatones, ¡5,000 veces más poderosa que la bomba que cayó sobre
Hiroshima!
2.
Un megatón equivale a 1,000,000 de toneladas de TNT.
Ahora bien por otro lado; ¿Puede haber otro
poder más destructivo que este? Sí, lo hay. Y aunque no está hecho de metales
radioactivos como el uranio, la lengua humana ha producido más guerras, más
muerte y más sufrimiento que cualquier arma nuclear.
Con
este pequeño miembro podemos animar y ayudar a nuestro prójimo o con él podemos
desmoralizar, derrumbar y destruir.
Por si esto fuera poco, los hombres, faltos de
dominio propio y reverencia, a veces usan la lengua para hablar contra el
propio Dios del cielo.
En la Biblia, Santiago nos previene del poder
destructivo de este miembro, Stg. 3:5,6. Un fuego puede destruir todo lo que
toca. Así es con la lengua humana; "inflama la rueda de la creación"
(v. 6), o sea, es capaz de hacer daño en cada faceta de nuestra vida.
Al parecer, algunos de los cristianos que
habían recibido esta carta echaban la culpa a Dios por las tentaciones que
experimentaban (1:13).
* Santiago les dice que ellos mismos tenían la culpa al ser atraídos y
seducidos por sus propios deseos desordenados (1:14).
¡Habían acusado
falsamente al Creador del universo! Satanás está detrás de todo mal uso de la
lengua. Para no caer en esta trampa diabólica, es necesario aprender a refrenar
la lengua (1:19).
Cuando Santiago (1:26) empieza a escribir su carta rápidamente
menciona este pequeño miembro y piensa
en la madurez espiritual, él no está mencionando las cosas que muchos asocian
con este estado
(VISIONES, LITURGIA).
En cambio, él dice que un componente que
no es negociable es
“frena la lengua”,
la habilidad de usar el lenguaje apropiadamente.
Este es un tema tan importante para él
que le
dedica más versos en el capítulo 3.
¿Por qué es tan importante? Porque nuestro
hablar tiene mucho poder…
Porqué el Domar la Lengua es Tan Importante
(vs.1-6)
Porque su poder es desproporcionalmente grande
(vs.3-5ª). Leer.
“¡GRANDES COSAS VIENE EN ENVASES PEQUEÑOS!”
Algunas cosas ejercen una influencia demasiado
fuera de proporciones con respecto a su relativo tamaño. Un pequeña parte tiene
un tremendo poder cuando se utiliza apropiadamente. Puede controlar un caballo,
previene el pisoteo de las cosas y al colocar un arnés a su poder para lograr
un trabajo productivo. De la misma manera, un pequeño TIMÓN es lo que nos
permite arrear el poder del viento
para obtener una dirección y viajar.
Santiago dice que este mismo principio es
cierto con nuestro lenguaje. Podemos estar tentados en pensar que lo que
decimos tiene muy poca importancia, pero la verdad es que la manera en que
usamos nuestras palabras impactará nuestras vidas y la vida de los demás ¡más
que cualquier otra cosa que hagamos! Dado que éste es el caso, es
imperativo que aprendamos a ganar control de nuestro lenguaje y usarlo
apropiadamente.
La
Biblia compara la lengua con:
Un
fuego - - - - - - - - - - - Santiago 3:5
Un
fuego ardiente - - - - - - - - - Proverbios 16:27
Un
mundo de iniquidad - - - - - - -
Santiago 3:6
Una
bestia que necesita ser domada - - - - Santiago 3:7-8
Una
fuente de agua dulce o amarga - - - -
Santiago 3:11
Un
árbol que produce fruto bueno o malo - -
Santiago 3:12
Un
mal rebelde - - - - - - - - - - - Santiago 3:8
Veneno
mortal - - - - - - - - - - - Santiago 3:8
Una
navaja afilada - - - - - - - - - - Salmo 52:2
Una
espada afilada - - - - - - - - -
Salmos 57:4; 59:7
Una
serpiente venenosa - - - - - - - -
Salmo 140:3
Un
hoyo profundo - - - - - - - - - -
Proverbios 22:14
La
Biblia dice que la lengua es poderosa debido al efecto que tiene sobre otros.
La lengua tiene el poder de producir muerte o vida:
“La
muerte y la vida están en poder de la lengua...” (Proverbios 18:21).
La
lengua es poderosa debido al efecto que tiene sobre ti. Puedes ponerte trampa
con tus propias palabras:
“Te
has enredado con las palabras de tu boca y has quedado atrapado en los dichos
de tus labios” (Proverbios 6:2).
La
lengua es poderosa porque tus palabras pueden separarte de Dios:
“A
los que han dicho: «Por nuestra lengua prevaleceremos, nuestros labios son
nuestros, ¿quién es señor de nosotros?” (Salmos 12:4).
ESTRATEGIAS DE SATANÁS:
1.-
LA BATALLA POR LA LENGUA
“Pero lo que sale de la boca, del corazón
sale; y esto contamina al hombre, porque del corazón salen los malos
pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos,
los falsos testimonios, las blasfemias. Estas cosas son las que contaminan al
hombre; pero el comer con las manos sin lavar no contamina al hombre” (Mateo
15:18-20).
El primer paso en ganar la victoria sobre
la lengua es tener tu corazón recto delante de Dios. Tu boca hablará lo
que esté en tu corazón. Si tu corazón no está recto, tu lengua lo revelará. Usa
tu lengua para tener tu corazón recto delante del Señor.
2.- ATAQUES POR DETRÁS
“El hombre perverso promueve contienda, y el
chismoso separa a los mejores amigos” (Proverbios 16:28).
Hay dos hábitos que más usan las persona:
La DIFAMACIÓN, es decir, cosas que no son
verdad acerca de una persona a una tercera: obras, palabras, motivos, etc.
MURMURACIÓN es difundir la verdad de los
errores o fracasos de una persona.
Ambos se llevan a cabo producto de un deseo
verlos rebajados
a los ojos de otra persona.
En el mundo, esto se
hace a menudo muy abiertamente, pero los cristianos normalmente lo hacen de
maneras sutiles
(“ORA POR X”, “ESTOY REALMENTE PREOCUPADO POR Y”).
¡Es
preocupante estar cerca de una persona que habla libremente de los demás
de esta manera; uno se pregunta qué dice de uno cuando uno no está presente!
Mientras
pienses que tu lengua no es importante, no ganarás control sobre ella. Debes
darte cuenta que tu conversación refleja el evangelio de Jesús:
“Solamente
os ruego que os comportéis como es digno
del evangelio de Cristo...”
(Filipenses 1:27).
A
causa de esto debes dar un buen ejemplo mediante tu conversación.
3.-
EXPLOSIONES DE IRA:
“Recuérdales
esto, exhortándolos delante del Señor a que no discutan
(
LLENOS DE IRA ) sobre palabras, lo cual para nada aprovecha, sino que es para
perdición de los oyentes” (2 Timoteo 2:14).
Algunos
temperamentos tienen más problemas con esto, y necesitan aprender a
controlarlo. El objetivo principal aquí es aprender a parar antes de que ocurra
porque es demasiado tarde controlarlo una vez que ha comenzado (Proverbios
17:14 “El comienzo de una pelea es como dejar salir el agua (orinar), así que
es mejor abandonar la pelea antes que comience.).
¿Cómo podemos obtener control
sobre esto?
Renuncia
al derecho de “desahogarte”
injustamente.
A menudo ayuda mucho hablar con los demás de forma controlada
sobre nuestras frustraciones y buscar ayuda, pero es siempre erróneo vomitar tu
enojo en el nombre de la “honestidad emocional”.
¡Sobre todo y sobre las otras
personas!
Pídele
a Dios que te sensibilice hacia tu ira interna para que no comience a hervir y
no te tome por sorpresa. Debes estar dispuesto a dejar la situación antes que
tú explotes.
PIENSA
ANTES DE HABLAR:
“Por
esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oir, tardo para hablar,
tardo para airarse” (Santiago 1:19).
Una
Estrategia para DOMINAR la Lengua
Admite
que necesitas la ayuda de Dios y pídele que te la dé. Leer vs 7-8. Santiago no
está diciendo que el cambio es imposible; osino no nos estaría llamado al
cambio. Él quiere decir que un cambio real, y permanente en esta área es
humanamente imposible y requiere del poder de Dios para cambiar. Sólo Dios
puede sensibilizarnos con respectos a nuestros pecados específicos del
lenguaje, motivarnos a buscar el cambio, y darnos el poder en nuestra voluntad
para cooperar con él.
Todos
necesitamos manejar nuestra boca con sabiduría. Tengo la oportunidad de ser
parte del equipo pastoral, conocer a mucha gente y de tanto relacionarme con
las personas, he aprendido a conocerlas bien y a discernir sobre ellas. Una de
las cosas que he aprendido es a oír las palabras de las personas y por la boca,
yo sé como son. Usted por lo que habla puede delatarse de qué cultura es, qué
educación tiene, de qué país viene. Por nuestro acento nos pueden diferenciar
entre razas, culturas, educación, modales. Y algo tan sencillo como abrir la
boca y decir algunas palabras, puede decir mucho de ti. Las palabras que salen
de tu boca deben ser como la plata, como el oro que pasó por el crisol, porque
por ellas las personas van a deducir qué tipo de persona eres.
Te daré
3 consejos divinos para que los practiques.
a)
TOMA CONTROL SOBRE TÚ LENGUA:
Con
la ayuda de Dios, puedes controlar la lengua. Pero TÚ debes pasar a la acción
para controlar tu propia lengua. Los siguientes versículos indican acción de TU
parte:
“Porque:
El que quiere amar la vida y ver días buenos, REFRENE su lengua de mal y sus
labios no hablen engaño” (1 Pedro 3:10).
“Hermanos, NO MURMURÉIS los unos de los otros.
El que murmura del hermano y juzga a su hermano, murmura de la Ley y juzga a la
Ley; pero si tú juzgas a la Ley, no eres hacedor de la Ley, sino juez. Uno solo
es el dador de la Ley, que puede salvar y condenar; pero tú, ¿quién eres para
que juzgues a otro?” (Santiago 4:11-12).
“En
cuanto a la pasada manera de vivir, DESPOJAOS del viejo hombre, que está
corrompido por los deseos engañosos, renovaos en el espíritu de vuestra mente,
y VESTÍOS del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la
verdad. Por eso, DESECHANDO la mentira, hablad verdad cada uno con su
prójimo...” (Efesios 4:22-25).
2)
QUE TU CONVERSACIÓN SIGA EL EJEMPLO DE JESÚS:
Jesús
habló palabra de gracia:
“Todos
daban buen testimonio de él y estaban maravillados de las palabras de gracia
que salían de su boca. Decían: —¿No es este el hijo de José?” (Lucas 4:22).
Él
habló palabras de autoridad sobre Dios:
“Se
admiraban de su doctrina, porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no
como los escribas” (Marcos 1:22).
3)
USA TU LENGUA PARA EL BIEN:
“Mi
boca hablará sabiduría, y el pensamiento
de mi corazón inteligencia” (Salmos
49:3).
“Exalten a Dios con sus gargantas y con
espadas de dos filos
en sus manos” (Salmos 149:6).
“Las
misericordias de Jehová cantaré perpetuamente; de generación en generación haré
notoria tu fidelidad con mi boca” (Salmos 89:1).
ANTES DE HABLAR, FORMÚLATE ESTAS
PREGUNTAS:
1.
¿Lo que voy a decir traerá gloria a Dios?
“Y
todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del
Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él”
(Colosenses 3:17).
2.
¿Es la verdad?
3. ¿
Es justo desde todo punto de vista?
4.
¿Será beneficioso?
5.
¿Edificará a otros (resultará en buena voluntad y en mejores amistades)?
6. -
Si estás hablando de otra persona,
¿ le has dicho la misma cosas a él o ella?
7. -
¿Sabes que lo que estás diciendo es un hecho o has llegado a tus propias conclusiones después de escuchar
rumores?
8. -
Si tienes algo en contra de tu hermano o hermana, ¿ has intentado reconciliarte
con ellos antes de discutirlo con otros?
9. -
¿Es absolutamente necesario que digas esto?
APLICAREMOS ESTA PROMESA PARA HOY:
“Escuchad,
porque voy a decir cosas excelentes, voy a abrir mis labios para cosas rectas.
Porque mi boca dice la verdad, y mis labios abominan la impiedad. Justas son
todas las razones de mi boca: nada hay en ellas perverso ni torcido”
(Proverbios 8:6-8).
Pas. Cristian E. Pérez
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