lunes, 17 de noviembre de 2014

Anima...No Juzgues ni Critiques!



MATEO 7

Jesús dijo:
1 No juzguéis, para que no seáis juzgados.
2 Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados,
y con la medida con que medís, os será medido.
3 ¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano,
y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo?
4 ¿O cómo dirás a tu hermano:
Déjame sacar la paja de tu ojo, y he aquí la viga en el ojo tuyo?
5 !!Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo,
y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano.
6 No deis lo santo a los perros,
ni echéis vuestras perlas delante de los cerdos,
no sea que las pisoteen, y se vuelvan y os despedacen.




Esta es una de las grandes declaraciones de Jesús en el Sermón de la Montaña


Jesús dijo: "No juzguéis, para que no seáis juzgados "(Mateo 7:1).


Quizás nos podríamos preguntar!!! ¿Significa esto que no podemos emitir juicio contra el pecado o disciplinar a una persona de conducta equivocada?


Obviamente podremos emitir juicio contra el pecado, pero no contra el pecador y si!!! es necesario disciplinar a una persona de conducta equivocada tenemos que hacerlo…




Hermanos y Amigos!!!


Aunque no lo creamos, las palabras de reproche y crítica suelen salir más fácilmente por nuestra boca que las palabras de ánimo.


Los efectos de la crítica, aunque parezca pueden llegar a ser devastadores.
Muchas personas abandonan la iglesia porque se sienten señalados, criticados y despreciados, cuando todos sabemos que nadie es perfecto,
y que todos cometemos errores.




La Biblia habla mucho de este comportamiento, y nos dice que debemos cambiar las críticas por las palabras de ánimo y apoyo.


Dios nos advierte una y otra vez que no debemos criticarnos,
compararnos ni juzgarnos unos a otros. Veamos algunas citas:




"Así que, ya no nos juzguemos más los unos a los otros, sino más bien decidid no poner tropiezo u ocasión de caer al hermano." Romanos 14:13




"Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes." Efesios 4:29




Cuando criticas lo que otro creyente está haciendo con fe y convicción sincera,
interfieres en los asuntos de Dios:



"¿Qué derecho tienes de criticar a los siervos de otro?
Sólo su Señor puede juzgarlo" (Romanos 14.4)


Pablo agrega que no debemos juzgar o despreciar a otros creyentes
cuyas convicciones son diferentes a la nuestra:


"¿Por qué criticas las acciones de tu hermano,
por qué intentas empequeñecerlo?
Todos seremos juzgados un día, no por las normas de otros,
ni siquiera por las nuestras, sino por el juicio de Dios"



(Romanos 14:10) Pero tú, ¿por qué juzgas a tu hermano? O tú también,
¿por qué menosprecias a tu hermano?
Porque todos compareceremos ante el tribunal de Cristo.




Sabias qué? Cuando juzgo a otro creyente, pasan cuatro cosas al instante:

Pierdo mi comunión con Dios
Saco a relucir mi propio orgullo e inseguridad
Daño la comunión de la iglesia
Interfiero en los asuntos de Dios





El trabajo del diablo consiste en culpar, quejarse y criticar a los miembros de la familia de Dios. Recuerda que no importa cuánto este en desacuerdo con otros cristianos, no son ellos el verdadero enemigo


Recuerda que los otros cristianos, no importa cuánto discrepes de ellos,
no son el verdadero enemigo.


En ocasiones pasamos muchos tiempos comparando o criticando a los otros hermanos deberíamos utiliza este tiempo para construir la unidad de nuestra comunidad.


Niégate a escuchar chismes

Chismear es divulgar una información cuando
uno no es parte del problema ni de la solución.


Tú sabes que chismea está mal, pero tampoco debes escucharlos,
si es quieres proteger tu iglesia.


Escuchar los chismes es como aceptar algo robado,
y te convierte también en culpable del delito.

Cuando alguien empiece a contarte un chisme, ten el valor de decirle:




"No necesito saber eso. ¿Ha hablado usted directamente con esa persona?"
Las personas que te cuentan chismes también rumorean acerca de ti. No se puede confiar en ella.


"Éstos son los que dividen la iglesia, pensando sólo en ellos mismos"




Es triste que en el rebaño de Dios, las heridas más grandes generalmente

vengan de las otras ovejas y no de los lobos.



La Biblia dice que esta clase de alborotadores debe ser evitada porque

"el chismoso revela los secretos; por lo tanto, no te asocies con el charlatán". (Proverbios 20:19)


El que anda en chismes descubre el secreto; No te entremetas,
pues, con el suelto de lengua.




Hermano!!!


No seas el tipo de persona que promueve rumores y chismes en la propia iglesia. Seguro que no te gustaría que lo hicieran contigo.


Ni siquiera seas el tipo de persona que le gusta escuchar chismes.


Dios te llama a ser una persona donde otros puedan apoyarse,
sentir seguridad y en quien poder confiar.



Sabías que?
Ese es el verdadero cristiano,
aquel que transmite el amor de Jesús
a través de palabras de apoyo y de ánimo.




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miércoles, 5 de noviembre de 2014

Cuidado Con Lo Que Sale De Tu Lengua!



Santiago 3:1-12


La historia nos dice que la bomba atómica que cayó sobre la ciudad japonesa de Hiroshima en el año 1945 tenía 20 kilotones de poder destructivo. Un kilotón equivale a 1,000 toneladas de trinitrotolueno (TNT). La explosión que ocurrió en Hiroshima equivalió a la que producirían 20,000 toneladas de TNT. 

Pero esto no es nada en comparación con las armas que se inventaron varios años después. A continuación te mencionare 2 de ellos.

    1. En los años sesenta, por ejemplo, la antigua Unión Soviética detonó una bomba de 100 megatones, ¡5,000 veces más poderosa que la bomba que cayó sobre Hiroshima!

    2. Un megatón equivale a 1,000,000 de toneladas de TNT.

Ahora bien por otro lado; ¿Puede haber otro poder más destructivo que este? Sí, lo hay. Y aunque no está hecho de metales radioactivos como el uranio, la lengua humana ha producido más guerras, más muerte y más sufrimiento que cualquier arma nuclear.
 
  Con este pequeño miembro podemos animar y ayudar a nuestro prójimo o con él podemos desmoralizar, derrumbar y destruir.
Por si esto fuera poco, los hombres, faltos de dominio propio y reverencia, a veces usan la lengua para hablar contra el propio Dios del cielo.
En la Biblia, Santiago nos previene del poder destructivo de este miembro, Stg. 3:5,6. Un fuego puede destruir todo lo que toca. Así es con la lengua humana; "inflama la rueda de la creación" (v. 6), o sea, es capaz de hacer daño en cada faceta de nuestra vida.

Al parecer, algunos de los cristianos que habían recibido esta carta echaban la culpa a Dios por las tentaciones que experimentaban (1:13).

        * Santiago les dice que ellos mismos tenían la culpa al ser atraídos y seducidos por sus propios deseos desordenados (1:14). 

¡Habían acusado falsamente al Creador del universo! Satanás está detrás de todo mal uso de la lengua. Para no caer en esta trampa diabólica, es necesario aprender a refrenar la lengua (1:19).


Cuando Santiago  (1:26) empieza a escribir su carta rápidamente menciona este pequeño miembro y  piensa en la madurez espiritual, él no está mencionando las cosas que muchos asocian con este estado
 (VISIONES, LITURGIA).
 En cambio, él dice que un componente que no es negociable es
 “frena la lengua”, 
la habilidad de usar el lenguaje apropiadamente.  
 Este es un tema tan importante para él
 que le dedica más versos en el capítulo 3.

¿Por qué es tan importante? Porque nuestro hablar tiene mucho poder…
Porqué el Domar la Lengua es Tan Importante (vs.1-6)

Porque su poder es desproporcionalmente grande (vs.3-5ª). Leer.
“¡GRANDES COSAS VIENE EN ENVASES PEQUEÑOS!”
Algunas cosas ejercen una influencia demasiado fuera de proporciones con respecto a su relativo tamaño. Un pequeña parte tiene un tremendo poder cuando se utiliza apropiadamente. Puede controlar un caballo, previene el pisoteo de las cosas y al colocar un arnés a su poder para lograr un trabajo productivo. De la misma manera, un pequeño TIMÓN es lo que nos permite arrear el poder del viento 
para obtener una dirección y viajar.

Santiago dice que este mismo principio es cierto con nuestro lenguaje. Podemos estar tentados en pensar que lo que decimos tiene muy poca importancia, pero la verdad es que la manera en que usamos nuestras palabras impactará nuestras vidas y la vida de los demás ¡más que cualquier otra  cosa que hagamos! Dado que éste es el caso, es imperativo que aprendamos a ganar control de nuestro lenguaje y usarlo apropiadamente.
La Biblia compara la lengua con:


Un fuego - - - - - - - - - - -  Santiago 3:5
Un fuego ardiente - - - - - - - - - Proverbios 16:27
Un mundo de iniquidad - - - - - - -     Santiago 3:6
Una bestia que necesita ser domada - - - - Santiago 3:7-8
Una fuente de agua dulce o amarga - - - -  Santiago 3:11
Un árbol que produce fruto bueno o malo - -     Santiago 3:12
Un mal rebelde - - - - - - - - - - - Santiago 3:8
Veneno mortal - - - - - - - - - - - Santiago 3:8
Una navaja afilada - - - - - - - - - - Salmo 52:2
Una espada afilada - - - - - - - - -     Salmos 57:4; 59:7
Una serpiente venenosa - - - - - - - -   Salmo 140:3
Un hoyo profundo - - - - - - - - - -  Proverbios 22:14


La Biblia dice que la lengua es poderosa debido al efecto que tiene sobre otros. La lengua tiene el poder de producir muerte o vida:

“La muerte y la vida están en poder de la lengua...” (Proverbios 18:21).

La lengua es poderosa debido al efecto que tiene sobre ti. Puedes ponerte trampa con tus propias palabras:

“Te has enredado con las palabras de tu boca y has quedado atrapado en los dichos de tus labios” (Proverbios 6:2).

La lengua es poderosa porque tus palabras pueden separarte de Dios:

“A los que han dicho: «Por nuestra lengua prevaleceremos, nuestros labios son nuestros, ¿quién es señor de nosotros?” (Salmos 12:4).


ESTRATEGIAS DE SATANÁS:
1.-  LA BATALLA POR LA LENGUA

“Pero lo que sale de la boca, del corazón sale; y esto contamina al hombre, porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias. Estas cosas son las que contaminan al hombre; pero el comer con las manos sin lavar no contamina al hombre” (Mateo 15:18-20).

El primer paso en ganar la victoria sobre  la lengua es tener tu corazón recto delante de Dios. Tu boca hablará lo que esté en tu corazón. Si tu corazón no está recto, tu lengua lo revelará. Usa tu lengua para tener tu corazón recto delante del Señor.

2.- ATAQUES POR DETRÁS

“El hombre perverso promueve contienda, y el chismoso separa a los mejores amigos” (Proverbios 16:28).
Hay dos hábitos que más usan las persona:

La DIFAMACIÓN, es decir, cosas que no son verdad acerca de una persona a una tercera: obras, palabras, motivos, etc.

MURMURACIÓN es difundir la verdad de los errores o fracasos de una persona.
Ambos se llevan a cabo producto de un deseo verlos rebajados  
a los ojos de otra persona.  
En el mundo, esto se hace a menudo muy abiertamente, pero los cristianos normalmente lo hacen de maneras sutiles 

(“ORA POR X”, “ESTOY REALMENTE PREOCUPADO POR Y”). 

¡Es preocupante estar cerca de una persona que habla libremente  de los demás de esta manera; uno se pregunta qué dice de uno cuando uno no está presente!
Mientras pienses que tu lengua no es importante, no ganarás control sobre ella. Debes darte cuenta que tu conversación refleja el evangelio de Jesús:

“Solamente os ruego que os comportéis como es digno 
del evangelio de Cristo...” (Filipenses 1:27).

A causa de esto debes dar un buen ejemplo mediante tu conversación.

3.-  EXPLOSIONES DE IRA:

“Recuérdales esto, exhortándolos delante del Señor a que no discutan
( LLENOS DE IRA ) sobre palabras, lo cual para nada aprovecha, sino que es para perdición de los oyentes” (2 Timoteo 2:14).

Algunos temperamentos tienen más problemas con esto, y necesitan aprender a controlarlo. El objetivo principal aquí es aprender a parar antes de que ocurra porque es demasiado tarde controlarlo una vez que ha comenzado (Proverbios 17:14 “El comienzo de una pelea es como dejar salir el agua (orinar), así que es mejor abandonar la pelea antes que comience.). 
¿Cómo podemos obtener control sobre esto?

Renuncia al derecho de “desahogarte” injustamente.
 A menudo ayuda mucho hablar con los demás de forma controlada sobre nuestras frustraciones y buscar ayuda, pero es siempre erróneo vomitar tu enojo en el nombre de la “honestidad emocional”. 
¡Sobre todo y sobre las otras personas!

Pídele a Dios que te sensibilice hacia tu ira interna para que no comience a hervir y no te tome por sorpresa. Debes estar dispuesto a dejar la situación antes que tú explotes.

PIENSA ANTES DE HABLAR:

“Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oir, tardo para hablar, tardo para airarse” (Santiago 1:19).
Una Estrategia para DOMINAR  la Lengua

Admite que necesitas la ayuda de Dios y pídele que te la dé. Leer vs 7-8. Santiago no está diciendo que el cambio es imposible; osino no nos estaría llamado al cambio. Él quiere decir que un cambio real, y permanente en esta área es humanamente imposible y requiere del poder de Dios para cambiar. Sólo Dios puede sensibilizarnos con respectos a nuestros pecados específicos del lenguaje, motivarnos a buscar el cambio, y darnos el poder en nuestra voluntad para cooperar con él.
Todos necesitamos manejar nuestra boca con sabiduría. Tengo la oportunidad de ser parte del equipo pastoral, conocer a mucha gente y de tanto relacionarme con las personas, he aprendido a conocerlas bien y a discernir sobre ellas. Una de las cosas que he aprendido es a oír las palabras de las personas y por la boca, yo sé como son. Usted por lo que habla puede delatarse de qué cultura es, qué educación tiene, de qué país viene. Por nuestro acento nos pueden diferenciar entre razas, culturas, educación, modales. Y algo tan sencillo como abrir la boca y decir algunas palabras, puede decir mucho de ti. Las palabras que salen de tu boca deben ser como la plata, como el oro que pasó por el crisol, porque por ellas las personas van a deducir qué tipo de persona eres.


Te daré 3 consejos divinos para que los practiques.

a)        TOMA CONTROL SOBRE TÚ LENGUA:

Con la ayuda de Dios, puedes controlar la lengua. Pero TÚ debes pasar a la acción para controlar tu propia lengua. Los siguientes versículos indican acción de TU parte:

“Porque: El que quiere amar la vida y ver días buenos, REFRENE su lengua de mal y sus labios no hablen engaño” (1 Pedro 3:10).

“Hermanos, NO MURMURÉIS los unos de los otros. El que murmura del hermano y juzga a su hermano, murmura de la Ley y juzga a la Ley; pero si tú juzgas a la Ley, no eres hacedor de la Ley, sino juez. Uno solo es el dador de la Ley, que puede salvar y condenar; pero tú, ¿quién eres para que juzgues a otro?” (Santiago 4:11-12).

“En cuanto a la pasada manera de vivir, DESPOJAOS del viejo hombre, que está corrompido por los deseos engañosos, renovaos en el espíritu de vuestra mente, y VESTÍOS del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad. Por eso, DESECHANDO la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo...” (Efesios 4:22-25).

2)  QUE TU CONVERSACIÓN SIGA EL EJEMPLO DE JESÚS:

Jesús habló palabra de gracia:

“Todos daban buen testimonio de él y estaban maravillados de las palabras de gracia que salían de su boca. Decían: —¿No es este el hijo de José?” (Lucas 4:22).

Él habló palabras de autoridad sobre Dios:

“Se admiraban de su doctrina, porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas” (Marcos 1:22).

3)  USA TU LENGUA PARA EL BIEN:

“Mi boca hablará sabiduría, y el pensamiento 
de mi corazón inteligencia” (Salmos 49:3).

 “Exalten a Dios con sus gargantas y con espadas de dos filos 
en sus manos” (Salmos 149:6).

“Las misericordias de Jehová cantaré perpetuamente; de generación en generación haré notoria tu fidelidad con mi boca” (Salmos 89:1).

ANTES DE HABLAR, FORMÚLATE ESTAS PREGUNTAS:

1. ¿Lo que voy a decir traerá gloria a Dios?

“Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él” 
(Colosenses 3:17).

2. ¿Es la verdad?

3. ¿ Es justo desde todo punto de vista?

4. ¿Será beneficioso?

5. ¿Edificará a otros (resultará en buena voluntad y en mejores amistades)?

6. - Si estás hablando de otra persona, 
¿ le has dicho la misma cosas a él o ella?

7. - ¿Sabes que lo que estás diciendo es un hecho o has llegado a tus  propias conclusiones después de escuchar rumores?

8. - Si tienes algo en contra de tu hermano o hermana, ¿ has intentado reconciliarte con ellos antes de discutirlo con otros?

9. - ¿Es absolutamente necesario que digas esto?

APLICAREMOS  ESTA PROMESA PARA HOY:

“Escuchad, porque voy a decir cosas excelentes, voy a abrir mis labios para cosas rectas. Porque mi boca dice la verdad, y mis labios abominan la impiedad. Justas son todas las razones de mi boca: nada hay en ellas perverso ni torcido” (Proverbios 8:6-8).



Pas. Cristian E. Pérez


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Combatiendo El Veneno!

  Levítico 19:17 (NVI) »No alimentes odios secretos contra tu hermano, sino reprende con franqueza a tu prójimo para que no sufras las conse...